Descubren enorme arrecife coralífero de agua fría en EE.UU
18 de enero de 2024
El área detectada se extiende desde las aguas de Miami hasta Carolina del Sur, pero el arrecife podría ser aun mayor.
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Fue descubierto uno de los arrecifes de coral de aguas frías más grandes del mundo frente a la Costa Este de Estados Unidos. El arrecife se extiende desde Miami, en el sureste del país, hasta la ciudad de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, casi 800 kilómetros más al norte, informó este miércoles (hora local) la agencia meteorológica y oceanográfica NOAA en un comunicado. El arrecife tiene una superficie de casi 25.900 kilómetros cuadrados, aproximadamente el tamaño del estado estadounidense de Florida y un poco más grande que el estado federado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
Un proyecto a largo plazo
Se dice que es uno de los arrecifes de coral de aguas profundas más grandes jamás descubiertos en el mundo. En estudios previos de la zona ya se habían encontrado colinas de coral cerca de la costa y en aguas menos profundas. Pero sólo después de que se haya cartografiado completamente la llamada meseta de Blake a una profundidad de entre 500 y 1.000 metros se sabrá "qué tan extenso es este hábitat y cuántas de estas colinas de coral están conectadas entre sí".
Descubriendo los corales de la Amazonía
Una misión científica recorre zona del Atlántico que alberga arrecifes de una área equivalente al estado de Río de Janeiro. Las empresas petroleras Total y BP esperan licencia para explotar petróleo en la región.
Imagen: Greenpeace
Un arrecife inesperado
Una misión científica recorre la coste norte de Brasil, hasta la Guyana Francesa. Científicos brasileños de diversas universidades (UFPA, UFRJ, USP y UENF) investigan sobre los corales de la Amazonía, practicamente desconocidos por la ciencia. Se trata del mayor arrecife de Brasil, se encuentran entre 70 y 220 metros de profundidad y tienen el potencial de albergar nuevas especies.
Imagen: Greenpeace
Esperanza en misión científica
Los científicos están a bordo de la embarcación Esperanza de Greenpeace. Con 72 metros de longitud, viajó de Burdeos (Francia), hasta Belén, en el estado brasileño de Pará. La embarcación salió del puerto brasileño para una misión científica a principios de abril, y hasta mayo, recorre el área del Atlántico que soporta la influencia del río Amazonas.
Imagen: DW/N. Pontes
Tecnología a bordo
La misión actual investiga el llamado sector norte del arrecife de la Amazonía, donde las empresas Total y BP esperan una licencia para explotar petróleo. Un equipo 'side-scan sonar' hace una "lectura" del fondo del océano que emite ondas acústicas. Éstas se transforman en imágenes que se analizan simultaneámente con la ayuda de la investigadora Mirella Borba Costa de la Universidad de São Paulo.
Imagen: DW/N. Pontes
Robot en acción
Cuando los investigadores localizan un punto interesante para usar el sonar, es hora de que el robot haga imágenes y recolecte datos. Se trata de un ROV (Remotely Operated Vehicle). El equipo puede llegar a 2.000 metros de profundidad y está equipado con tres cámaras que transmiten imágenes en tiempo real. Las botellas especiales acopladas recogen agua y los brazos mecánicos el material.
Imagen: DW/N. Pontes
El secreto de las bacterias
Paralelamente, el trabajo de investigación se lleva a cabo en la embarcación. En la fotografía, una preparación de un medio de cultivo que va a permitir que solo los vibrios, un tipo de bacteria, crezca. El secuenciamiento genético se hará en el laboratorio de la universidad y los investigadores van a intentar entender el papel de esa bacteria en los corales de la Amazonía.
Imagen: DW/N. Pontes
Visitantes
Durante la expedición, se avistaron delfines nadando cerca del barco. Son los llamados delfines pintados del Atlántico (Stnella frontalis). En esta región del oceáno, en el norte de Brasil, todavía se encuentran tortugas, ballenas, diversos tipos de crustáceos y peces. En la región de los corales de la Amazonía, por ejemplo, el mero, una especie en extinción, aún vive.
Imagen: DW/N. Pontes
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El descubrimiento fue precedido por diez años de mapeo sistemático de la zona y más de 20 inmersiones exploratorias. Los resultados del proyecto de investigación, en el que participaron la NOAA y otras autoridades estadounidenses, se publicaron el 12 de enero en la revista científica "Geomatics”. Según los investigadores, los corales de agua fría crecen a temperaturas entre 4 y 14 grados en las profundidades del mar, donde no llega la luz solar. Los llamados cnidarios se alimentan de materias en suspensión en el agua.
Arrecifes que guardan enigmas
Hasta ahora, se han descubierto arrecifes de coral de aguas frías frente a las costas de al menos 41 países, según el estudio. Los científicos asumieron que estaría aún más extendido, pero la mayor parte de las profundidades marinas aún no había sido explorada ni cartografiada. Se dice que los arrecifes en las profundidades crecen lentamente y, por lo tanto, son vulnerables al daño físico causado por las actividades humanas.
Las mayores amenazas para los corales de aguas frías incluyen la pesca con redes de arrastre de fondo, la extracción de materias primas de las profundidades marinas y el tendido de cables y tuberías submarinas.