Desde Colombia, alemán para refugiados a través de internet
Tobias Käufer
13 de septiembre de 2017
Alrededor de 200 refugiados residentes en Alemania reciben lecciones de alemán desde Colombia a través de Internet.
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Entre el profesor y los alumnos hay casi 10.000 km de distancia, siete horas de diferencia horaria y todo un océano. Sin embargo, parece que este modelo, desarrollado por el Instituto Cultural Colombo-Alemán (ICCA) con el apoyo de la Universidad de Leuphana (Lüneburgo) y la Start Up Social Kiron (Berlín), funciona: lecciones de alemán para refugiados residentes en Alemania, con clases impartidas desde Bogotá.
Steffen Bäuerle ejerce desde hace años como director del ICCA en la capital de Colombia y es el responsable de estas clases de idiomas. Los alumnos que asisten a clase a través de Internet proceden de países en crisis, pero están físicamente en Berlín, Hamburgo o el Bajo Rin. Al otro lado de la línea se comunican con profesores como Dominik Damian Leistner, de Ratisbona, o Nadja Widder, de Baviera
Creciente interés por los cursos de alemán
"Es un proyecto emocionante en el que todos los profesores de alemán tienen mucho entusiasmo”, explica Bäuerele. Originario de Friburgo, vive en la capital colombiana desde hace cuatro años. Situado en el distrito universitario de Chapinero, el programa de la ICCA estaba, en realidad, dirigido a estudiantes colombianos. Pero el interés por los curso de alemán creció constantemente en los últimos años. En parte debido al aumento de la clase media colombiana, pero también por el aumento del atractivo de Alemania como país de estudio e investigación.
Actualmente, alrededor de 1.600 estudiantes colombianos estudian alemán en el ICCA para preparar semestres en el extranjero. Para los profesores, enseñar alemán a gente de otros países es rutina diaria. Y ahora 200 refugiados residentes en Alemania se unieron también a esta escuela de idiomas en Bogotá, a través de un sistema de E-Learning. Oficialmente son estudiantes de la Start Up Social Kiron. Para esta institución, el objetivo es que los refugiados superen las barreras para acceder a los estudios con clases de apoyo por internet. Con alguna limitación: solo pueden participar alumnos que se vieron obligados a interrumpir su formación a causa de algún tipo de crisis y tienen un cierto "nivel de inglés”.
Los refugiados interesados pueden hacer un examen de nivel gratuito a través de la plataforma. Según los resultados, entrarán en los diferentes niveles de clases 2.0. "La situación de partida de los refugiados es distinta a la de los alumnos colombianos”, explica Dominik Damian Leistner, enlace entre la dirección y los 20 profesores de Alemania, Austria y Suiza. "Orientamos la formación a las necesidades actuales de los migrantes, simulamos entrevistas de trabajo y situaciones con funcionarios”. Para eso, los profesores tienen que tener cierta sensibilidad en estos temas: "A menudo, la clase se comienza con conceptos como hermano, hermana, madre, padre… pero a veces los alumnos han perdido estos familiares”, explicó Bäuerle. Y es mejor no abrir esas heridas.
Aprender y solucionar problemas
Nadja Widder se pone los auriculares al tiempo que muchas pequeñas caras aparecen en su pantalla. Widder está sentada en un espacio bastante insonorizado, sin ventanas, para que tanto profesores como estudiantes puedan concentrarse en las lecciones. Son ejercicios de gramática, pero también situaciones concretas de la vida cotidiana de los refugiados. Los estudiantes también se pueden ver entre ellos y plantear problemas. Aunque a veces hay problemas que no se pueden calcular: "algunas mujeres participantes no quieren que se les vea. Y sobre el tema de salud, tienen dificultades para describir ciertas partes el cuerpo”.
La mayoría de participantes son conscientes de que hay diferencias culturales y están dispuestos a aceptarlas, explica el profesor Leistner. Aunque los profesores estén separados de los alumnos, tienen una visión muy personal sobre la vida de los refugiados al otro lado del océano. "Seguramente somos más conscientes de las condiciones de vida de estos migrantes que otros que viven en Alemania”, apunta Leistner. "Después de todas estas semanas estoy convencido de que aquellos a los que les hemos enseñado están dispuestos a integrarse. Están muy motivados”.
El proyecto continuará hasta mediados de septiembre. Entonces habrá tiempo para sacar conclusiones: "El trabajo con refugiados en Alemania desde Colombia demuestra que esto es posible independientemente de la ubicación y de los miles de kilómetros de distancia. Para nosotros, el intercambio mundial de conocimientos no tiene límites".
El destino de los refugiados: huir hacia una vida incierta
Las imágenes de las grandes masas de refugiados de camino hacia Europa en 2015 y 2016 dieron la vuelta al mundo. Nunca se había documentado de forma tan amplia el sufrimiento que implica el proceso de la huida.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Messinis
El objetivo principal: sobrevivir
Un viaje vinculado a las penurias y a los peligros para el cuerpo y el alma: huyendo de la guerra y la miseria, más de un millón de personas, sobre todo de Siria, se pusieron en camino en 2015 y 2016 hacia Turquía y Grecia. En las islas de Lesbos, Quíos y Samos todavía aguantan más de 10.000 personas en los campamentos. Desde enero hasta mayo de 2017, llegaron más de 6.000 nuevos refugiados.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Messinis
A pie hacia Europa
Millones de personas intentaron llegar en 2015 y 2016 a Europa Occidental desde Grecia o Turquía siguiendo a pie la ruta de los Balcanes a través de Macedonia, Serbia y Hungría. Las masas de gente disminuyeron cuando se canceló oficialmente esta ruta y muchos países cerraron sus fronteras. Hoy, la mayoría de los refugiados llega a través de otra ruta muy peligrosa, de Libia a Europa por mar.
Imagen: Getty Images/J. Mitchell
Conmoción mundial
La imagen del niño de tres años, Aylan Kurdi, muerto en una playa turca dio la vuelta al mundo, causando una gran conmoción. Las imágenes de dicha tragedia se hicieron virales y se convierton en el símbolo de la crisis de los refugiados sirios. Europa no debe mirar hacia otro lado, era el mensaje que aparecía en las redes sociales.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/DHA
Caos y desesperación
Avalancha en el último minuto. Muchos sabían que su única vía de escape a través de Europa ya no estaba abierta, así que miles de personas intentaron desesperadas tomar trenes y buses abarrotados en Croacia. Unos días más tarde, Hungría también cerró sus fronteras. Al mismo tiempo, adecuaron contenedores, para que los refugiados pudieran quedarse hasta que llevasen a cabo su proceso de asilo.
Imagen: Getty Images/J. J. Mitchell
Ataques contra los refugiados
La irritación de la opinión pública fue enorme cuando una camarógrafa húngara puso una zancadilla a un hombre con su hijo en brazos, que intentaba cruzar un bloqueo principal en Röszke, Hungría, cerca de la frontera. En uno de los momentos más críticos de la crisis de los refugiados, en Alemania también aumentaron los altercados y ataques contra los refugiados.
Imagen: Reuters/M. Djurica
Fronteras cerradas
Cuando se cerró la ruta de los Balcanes en marzo de 2016, se produjeron muchos tumultos en las zonas froterizas. Miles de refugiados se quedaron atascados y la policía reaccionó de forma ruda. Muchos intentaron, como estos refugiados cerca de la frontera entre Grecia y Macedonia, evitar las fronteras, que se habían cerrado hacía poco tiempo.
Un niño bañado en polvo y sangre. La foto de Omran en Alepo, de cinco años de edad, dejó a la opinión pública en estado de shock y se convirtió en el símbolo de la crueldad de la guerra civil siria y la miseria del pueblo sirio. Un año más tarde, la red mostró nuevas fotos del menor en buen estado de salud. Los seguidores de Al Assad criticaron entonces que la imagen se usó como propaganda.
Imagen: picture-alliance/dpa/Aleppo Media Center
Incertidumbre en la nueva patria
Un hombre sirio carga a su hija, bajo la lluvia, en la frontera griego-macedonia, cerca de Idomeni. Espera encontrar seguridad para su familia en Europa. Según el Reglamento de Dublín, las solicitudes de asilo se deben procesar en el país de llegada de la UE. Muchos tuvieron que regresar al país de llegada. Grecia e Italia están sobre todo superados por la cantidad de solicitudes de asilo.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Esperando el apoyo de Alemania
Alemania es el país de destino número uno de los refugiados, aunque su política de refugiados y de asilo se haya vuelto más restrictiva debido al gran flujo de inmigrantes. En Europa, ningún país ha acogido a tantos refugiados como Alemania: 1,2 millones. La canciller Angela Merkel se convirtió en un ícono para muchos de ellos.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Hoppe
Estado de emergencia en los campamentos de acogida
El campamento de acogida de refugiados en el norte de Francia, en Calais, fue desalojado. El lugar se incendió y las cerca de 6.500 personas tuvieron que ser evacuadas y ubicadas en otros centros. Medio año más tarde, los informes de organizaciones humanitarias aseguran que muchos menores siguen merodeando y viviendo en los alrededores de Calais.
Imagen: picture-alliance/dpa/E. Laurent
Ahogados en el Mar Mediterráneo
Las embarcaciones de salvamento marítimo civiles y estatales no paran. A pesar del peligro extremo que pueden correr sus vidas, muchos refugiados huyen de la pobreza o de la guerra en sus países con la esperanza de tener un futuro mejor en Europa. Solo en 2017, 1.800 personas han perecido en el viaje. En 2016, 5.000.
Imagen: picture alliance/AP Photo/E. Morenatti
Sin ley en Libia
Cientos de miles de refugiados del África subsahariana y de Oriente Próximo esperan en los campamentos de Libia para poder cruzar a Europa por mar. La situación en dichos campamentos es catastrófica, advierten las organizaciones humanitarias. Hay testigos que hablan de esclavitud y prostitución forzada. Y a pesar de todo, no dejan de soñar con Europa.
Imagen: Narciso Contreras, courtesy by Fondation Carmignac