La situación de Rusia es crítica, y el fin de los múltiples incendios que arrasan el país parece estar cada día más lejano. Los bomberos no consiguen extinguir las llamas, ya que a pesar de que acabaron con 300 focos el martes, hoy han surgido otros 290, según el Ministerio de Defensa Civil. Las autoridades señalaron hoy que existen actualmente 600 incendios en todo el país.

La sequía y los incendios que azotan Rusia ya se sienten en los precios de los alimentos, que aumentaron entre un 15 y un 20 por ciento, según informa hoy la prensa. Con cosechas destruidas y las líneas de abastecimiento afectadas por el fuego fuera de control, hay muchos alimentos cuyo coste ha aumentado, señala "Rossiyskaya Gazeta". La peor sequía en un siglo en Rusia ha reducido fuertemente las perspectivas de las cosechas del tercer exportador mundial de trigo. Tanto es así, que el primer ministro Vladimir Putin detuvo completamente la exportación de cereales la pasada semana. La interrupción de los embarques se dará desde el 15 de agosto hasta fines de este año.

Un movimiento que ha puesto en alerta a las Naciones Unidas, que ven en la medida de Putin una potencial amenaza de subida de precios del trigo y derivados en el mercado. “Lo que vemos aquí es una situación suimilar a la que se vivió en el año 2008”, dijo Ralf Südhoff, portavoz del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, refiriéndose a la gran crisis alimentaria que tuvo lugar ese año, en parte debido a una larga sequía que se vivió en Australia.

Deja-vu no deseado

“Ahora debemos preocuparnos no sólo de que el precio del trigo vaya a subir, sino también el del resto de los alimentos, que ya de por sí se encuentran muy altos.” Südhoff teme que el precio de los bienes básicos dejará pronto de estar al alcance de las personas con pocos recursos. La crisis alimentaria de 2008 aumentó en mil millones la cifra de necesitados en el mundo, lo que produjo disturbios en muchos países.

El precio del trigo alcanzó, de hecho, en Estados Unidos el pasado viernes un récord en los últimos dos años: el bushel (aproximadamente 35 litros) subió a 8,41 dólares: el doble de lo que costaba el mes pasado. La situación no duró demasiado, y para el lunes por la mañana ya había bajado a 6,85 dólares. Una clara señal de que las especulaciones están empezando a hacer mella, según el analista de materias primas del banco DZ Bank Gabor Vogel: “Se puede achacar este cambio de precios a los especuladores. Un precio justo del trigo estaría en seis dólares estadounidenses”.

Especulaciones…

Los especuladores hacen subir los precios del trigo hasta límites impagables, desatan crisis alimentarias y disturbios sociales. Éste es el temor que circula estos días, teniendo en cuenta que en las bolsas se comercia con una gran cantidad de derivados de materias primas. Pero los efectos de los mercados financieros en los precios reales son complejos. Y a largo plazo las especulaciones podrían incluso hacer bajar los precios de los alimentos. Lo mismo da que se trate de trigo, jugo de naranja o petróleo: en la actualidad los mercados de materias primas son globales. Los precios los fijan sobre todo la oferta y la demanda y, como acaba de ocurrir, la sequía en Rusia puede disparar los precios del trigo.

Pero, ¿qué ocurre cuándo en Chicago, Londres o Asia se comercia con materias primas? Normalmente se trata de operaciones a plazo. Es decir, se promete comprar en el futuro mercancías a precios ya fijados. "Normalmete se critica a los especuladores por elevar los

precios", dice el experto Leon Leschus, del Instituto de Economía Mundial de Hamburgo. Pero con esa especulación también se da a los cultivadores de trigo o a los extractores de petróleo la posibilidad de asegurarse ante eventuales fluctuaciones. El origen de esas operaciones a plazo se remonta a varios siglos. Sobre todo los agricultores intentaban asegurarse con la venta temprana de sus cereales ante posibles caídas de los precios mientras los consumidores apenas pueden protegerse contra subidas de precio.

Hoy y mañana

A pesar de esto, el mayor peligro para la inflación en el sector del cereal no es otro que el omnipresente cambio climático. En caso de que los incendios en Rusia resulten en una menor superficie para cosechar trigo, se prevé un aumento del precio del trigo para 2011. Asimismo, otros 20 países productores pronostican una reducción de sus cosechas para entonces. Un estudio del banco HSBC ha calculado que para 2010, la producción de cereal mundial bajará entre un 4 y un 7 por ciento debido al cambio climático.

Sin embargo, ahora no es el momento para alarmarse, según el analista de materias primas Gabor Vogel. Al fin y al cabo, las alarmas provocadas por la situación de Rusia no tienen en cuenta que Rusia es el tercer país exportador de trigo, pero no es el único. Estados Unidos es el primero de la lista, y promete buenas cosechas para el año próximo. La producción de trigo en EEUU y en otros países es suficientemente "robusta" como para evitar una escasez mundial del cereal pese a la devastadora sequía en Rusia, dijo el martes el secretario de Agricultura estadounidense, Tom Vilsack. En Australia, quinto país exportador, los agricultores también han asegurado que el año que viene no habrá escasez de trigo por su parte.

Autora: Lydia Aranda Barandiain / dpa

Editor: Pablo Kummetz