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Desfile pro Cannabis

4 de septiembre de 2002

Una colorida caravana recorrió las calles de Berlín para demostrar su apoyo a la legalización de la marihuana. El sexto desfile ‘Pro-Cannabis’ reunió en la capital alemana a unos tres mil manifestantes.

Información en vez de prohibición, reclamaron miles de manifestantes.Imagen: AP

¿Embrutece el fumar marihuana? "Todo depende de la personalidad de quien la fume, y de si se abusa en su consumo", dice Martin Münchenberg, portavoz de la iniciativa berlinesa ‘Hanf’ (cáñamo). De lo que sí está seguro es de que su prohibición en un país como Alemania, es contraproductiva. "Sería mejor que se legalizara y se permitiera su consumo en función de la edad de quien la fuma", dice. Y él no es el único que piensa eso.

Miles de manifestantes, la mayoría jóvenes, recorrieron por sexta ocasión las calles de la capital alemana pidiendo una legalización del cultivo y consumo de la planta, que permita no sólo el fumarla, sino usarla para otros fines. Con las hojas y su tronco se pueden producir resistentes fibras naturales y generar aceite.

Con consignas que rezaban "Aclaración en vez de prohibición" y "Sí al uso, no al abuso de Cannabis", los participantes en el curioso desfile, recibieron respaldo de organizaciones y asociaciones en todo el país y también de partidos políticos.

Cuatro millones de consumidores

"Para la mayoría de los partidos políticos, el tema Cannabis es incómodo", dice Münchenberg. El activista se lamenta de que desde que el partido de Los Verdes está en el gobierno, el apoyo a favor de la legalización de Cannabis ha cedido.

Aún así, se estima que en toda Alemania existen unos 4 millones de fumadores de marihuana. Una cifra que en tiempos de campaña electoral, el partido ecologista no puede ignorar.

El parlamentario de Los Verdes, Christian Ströbele, salió al paso y fue el principal orador en la concentración con la que culminó el desfile. "No es posible que los anuncios de bebidas alcohólicas de la mayor concentración, sean lo más natural del mundo, mientras que si alguien aquí fuma un ‘joint’, acabe por ello en la cárcel", dijo.

Tolerante policía

Pero la perspectiva de acabar en prisión no hizo mella alguna entre los manifestantes. El paso de la colorida tropa de ‘freaks’ de todas las edades, iba acompañado de un denso nubarrón inconfundible. Los jóvenes no escondían las trompetillas que iban fumando en el camino. Los joints pasaban de mano en mano. ¿Y la policía?

Unos 400 miembros de las fuerzas del orden, que acompañaron el recorrido del desfile, mejor se hicieron de la vista gorda.

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