El jefe de la Oficina alemana para la Protección de la Constitución advierte sobre campaña propagandística rusa que buscaría influir el resultado de las elecciones generales en 2017.
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El potencial de riesgo en Internet es enorme: propaganda y desinformación, ataques, espionaje y sabotaje cibernético. Hans-Georg Maaßen, presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), lo considera parte de una "amenaza híbrida para las democracias occidentales", debido a que el manejo de la información por parte de los usuarios ha cambiado con el furor de las redes sociales. Es "una puerta ideal para la desinformación deliberada", concluye Maaßen.
Entre las pesadillas de las agencias de seguridad figuran posibles ataques a la infraestructura vital, tales como centrales eléctricas u hospitales. Aunque ataques como del que recientemente fue víctima Telekom se consideran "relativamente inofensivos”. Los expertos parten de que los autores de dichos ataques son agresores rusos, como en el ataque contra el Bundestag en 2015.
¿Políticos alemanes en la mira de Moscú?
A Maaßen le preocupa que algunos políticos alemanes sean atacados con propaganda difamatoria para desacreditarlos ante el electorado, ya que el ciberespionaje es cada vez más agresivo. Los parlamentarios, miembros del gabinete de Gobierno y de diversos partidos corren el mayor riesgo. Según Maaßen, "hay evidencias cada vez más fuertes de los intentos de injerencia en las elecciones alemanas”.
En el ambiente caldeado de una campaña política "la desinformación deliberada puede tener eco en círculos de gente dispuesta a creer las mentiras más terribles, desviando así la opinión pública”. El caso de una supuesta violación de una niña rusa en Alemania en 2015 demostró lo rápido que una falsa noticia puede generar protestas públicas – incluso frente a la sede de la Cancillería alemana con una mentira.
"ATP 28" es sospechoso de difundir noticias falsas
En los círculos de seguridad se cree que los agresores cibernéticos se esconden tras una red llamada "APT 28", una abreviatura que significa Amenaza Persistente y Avanzada.
Este grupo es sindicado de haber llevado a cabo un ataque contra el Parlamento alemán en 2015. Su método: desinformación bajo falso cuño. Sus campañas de desinformación son desarrolladas bajo la apariencia de presuntos piratas informáticos. Así que, a menudo, son difíciles o imposibles de detectar como historias falsas por muchos usuarios de Internet.
Espionaje: los casos más espectaculares
El servicio secreto alemán, el BND (Bundesnachrichtendienst), cumple 60 años este 1 de abril. Buena ocasión para recordar algunos grandes escándalos de espionaje que han sacudido al mundo.
Imagen: picture alliance/dpa/P. Steffen
Agente seductora
Una joven holandesa hizo carrera como bailarina exótica en el París de la década de 1910. Mata Hari se movía en los círculos más encumbrados de la sociedad francesa y tuvo romances con oficiales y políticos. Por eso, el servicio secreto alemán la enroló como espía. Poco después, también el servicio secreto francés recurrió a sus servicios. Pero luego fue descubierta como doble agente y fusilada.
Imagen: picture alliance/Heritage Images/Fine Art Images
Los Rosenberg y la bomba
El caso de Julius y Ethel Rosenberg dividió en la década del 50 a la opinión pública estadounidense. El matrimonio fue acusado de haber entregado informaciones sobre el programa atómico de Estados Unidos a Moscú. Mientras algunos consideraban que merecían la pena de muerte, otros denunciaban una histeria anticomunista. Pese a las protestas internacionales, los Rosenberg fueron ejecutados en 1953.
Imagen: picture alliance/dpa
Un espía en Bonn
Lo que comenzó como una novela de espionaje, desató una crisis política en la República Federal de Alemania. Como asistente del canciller Willy Brandt, Günter Guillaume tuvo acceso a documentos secretos que hizo llegar a la RDA. El hecho de que un espía germano oriental lograra infiltrarse en el centro del poder político de Bonn estremeció a la opinión pública y llevó a Brandt a renunciar en 1974.
Imagen: picture alliance/AP Images/E. Reichert
"Los cinco de Cambridge"
Fue uno de los mayores escándalos de espionaje de la historia de Gran Bretaña. Anthony Blunt confesó en 1979 -a cambio de inmunidad- que un círculo de cinco exestudiantes de Cambridge, que tenían acceso a las altas esferas gubernamentales, había espiado para el KGB desde la II Guerra Mundial. Cuatro de sus miembros quedaron así al descubierto. El nombre del quinto sigue siendo un misterio.
Imagen: picture alliance/empics
Del servicio secreto a la pasarela
Anna Chapman, considerada en Estados Unidos una maestra del espionaje, fue detenida en 2010, como parte de un círculo de agentes rusos. Tras un intercambio de prisioneros emprendió en Rusia una carrera como modelo y conductora de TV. Su fama la llevó, entre otras cosas, a aparecer en la portada de la edición rusa de la revista masculina "Maxim", en ropa interior y portando una pistola.
Imagen: picture alliance/dpa/M. Shipenkov
Matrimonio "común"
Heidrun Anschlag pasaba por ser una dueña de casa común y corriente de Marburgo. Cada martes recibía en su receptor de onda corta instrucciones del servicio secreto de Moscú. Y eso durante décadas. Se estima que ella y su marido, que tenían pasaportes austriacos, entregaron a los rusos cientos de documentos de la UE y la OTAN. Ambos fueron condenados por espionaje en 2013.
Imagen: Getty Images
Strauss, ¿un espía?
El político bávaro Franz Josef Strauss sigue provocando titulares en Alemania, aún décadas después de su muerte. Supuestamente habría trabajado para el servicio de inteligencia militar estadounidense OSS, un precursor de la actual CIA. Un estudio al respecto, realizado por la Central Federal de Formación Política, fue publicado para el centenario del nacimiento del político socialcristiano.
Imagen: picture alliance/dpa
Espionaje 2.0
En tiempos de la Guerra Fría, los gobiernos temían a los dobles agentes. Hoy provoca dolores de cabeza la tecnología de los servicios secretos. Las revelaciones de un exempleado de los servicios de inteligencia estadounidenses pusieron al descubierto, en 2013, la forma en que estos vigilan las telecomunicaciones globales y en particular Internet, almacenando los datos de milones de usuarios.