Deslizamiento de tierra en India deja al menos 47 muertos
13 de agosto de 2017
Las fuertes lluvias monzónicas reblandecieron el terreno en el distrito de Mandi, arrastrando a dos autobuses y sepultando a otros dos vehículos.
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Las incesantes precipitaciones causadas por los monzones estivales son las responsables de la tragedia que enluta a India. Este domingo (13.08.2017) una avalancha de tierra y lodo sepultó a un autobús y al menos a dos automóviles que se encontraban a las 04.20 hora local (22.50 GMT) en una carretera del distrito de Mandi, en el estado indio de Himachal Pradesh. Un segundo autobús se precipitó al vacío, dejando un total de 47 personas muertas.
Los trabajos de rescate se realizaron durante toda la jornada y solo cesaron al caer la noche, aunque el portavoz de la Fuerza de Respuesta de Desastres Nacionales de India (NDRF, por sus siglas en inglés), Anil Shekhawat, prometió que se retomarán a primera hora del lunes. En las labores han participado miembros del Ejército, policías y personal de la NDRF, añadió Shekhawat.
El primer ministro indio, Narendra Modi, lamentó el suceso en un mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter. "Dolido por la pérdida de vidas ocasionada por el corrimiento de tierras en el distrito de Mandi, en Himachal Pradesh. Mis condolencias para las familias de los fallecidos", señaló el dirigente. Según la Policía, la avalancha arrastró a los vehículos hasta una profundidad de 800 metros.
Podría haber más víctimas
Los reportes iniciales afirman que los autobuses estaban detenidos al momento de ocurrir la tragedia, mientras algunos pasajeros estaban comprando algo para comer. Un colaborador del centro de catástrofes de Mandi informó a la prensa que un total de cinco personas pudieron ser rescatadas con vida. "La acción de búsqueda está en su fase final. La cifra de muertos puede aumentar a 50", añadió.
Sin embargo, Krishan Kumar, de la Fuerza de Respuesta de Desastres Nacionales, dijo a la agencia de noticias Reuters que los cuerpos recuperados hasta el momento corresponden a la totalidad de los pasajeros que estaban extraviados, de acuerdo a la información que manejan las autoridades. "Haremos una búsqueda para confirmarlo mañana temprano, pero todos los reportes sugieren que todos los cuerpos han sido recuperados”, añadió.
DZC (EFE, dpa, Reuters)
Imágenes de Mocoa tras el desastre
Las tareas de rescate se empiezan a centrar en la recuperación de cadáveres, ante la cada vez menor probabilidad de encontrar supervivientes. Nuestro compañero Aitor Sáez nos envía imágenes de estas labores.
Imagen: DW/A. Sáez
Búsqueda de familiares
Una familia remueve los escombros en busca de su padre, sepultado entre los escombros en ese lugar el día de la avalancha.
Imagen: DW/A. Sáez
Señal de celular
Varios bomberos buscan un cuerpo de madrugada tras recibir una señal de aviso. El celular de la supuesta víctima dio señal en ese punto. Finalmente, no encontraron ningún cuerpo.
Imagen: DW/A. Sáez
Orillas destrozadas
Vista junto al río Mulato, uno de los tres ríos que se desbordaron y provocaron la avalancha.
Imagen: DW/A. Sáez
Menores desaparecidos
Esta mujer, Lina, llora mientras observa dos muñecas, una de las pocas pertenencias que rescató de su hija fallecida en la avalancha.
Imagen: DW/A. Sáez
Niños fallecidos
Retrato encontrado entre los escombros de uno de los cerca de 60 niños muertos en la avalancha.
Imagen: DW/A. Sáez
Todavía entre el lodo
Un hombre camina entre las piedras para evitar hundirse en el lodo. Pese a que no ha llovido en dos días, el terreno sigo estando muy fangoso.
Imagen: DW/A. Sáez
Reconstruyendo las casas
Algunas familias ya han empezado a reconstruir sus hogares. Este joven ayuda a su padre a colocar las placas de uralita sobre el tejado.
Imagen: DW/A. Sáez
Saqueos entre las ruinas
Algunas familias hacen guardia en sus casas para evitar los saqueos que ya se han producido. Los ladrones se llevan las pocas pertenencias que quedaron a salvo.
Imagen: DW/A. Sáez
Casas completamente desaparecidas
Restos de un edificio. La avalancha arroyó todas las casas colindantes al río Mulato.
Imagen: DW/A. Sáez
Prácticamente inservible
Algunas personas rescatan lo poco quedó servible en sus hogares. En ocasiones, se confunden con ladrones que aprovechan para saquear las casas.
Imagen: DW/A. Sáez
Con el tiempo en contra
Voluntarios de salvamento inspeccionan unos escombros. A partir de las 48 horas resulta prácticamente imposible encontrar sobrevivientes, sobre todo al tratarse de una inundación.
Imagen: DW/A. Sáez
Arrastrado por la riada
Una buseta destrozada a las orillas del río Mulato.
Imagen: DW/A. Sáez
Desprendimientos
La catástrofe es todavía mayor debido no sólo a las inundaciones, sino por los desprendimientos de grandes rocas y sedimentos.
Imagen: DW/A. Sáez
Río de piedras
Las rocas cubrieron todas las casas y al propio río Mulato, uno de los tres desbordados.
Imagen: DW/A. Sáez
Pertenencias recuperadas
Pertenencias recuperadas en el barrio de San Miguel, el más afectado por la catástrofe.
Imagen: DW/A. Sáez
Hedor de la catástrofe
Algunos vecinos emplean mascarillas para evitar el hedor de la basura revuelta, humedad y los posibles cadáveres.
Imagen: DW/A. Sáez
Realojamiento temporal
Varias familias han recuperado parte de los muebles que quedaron intactos y los trasladan hacia el lugar donde se encuentran desplazados.
Imagen: DW/A. Sáez
San Miguel, un barrio asolado
Restos de San Miguel, el barrio más afectado por la catástrofe.
Imagen: DW/A. Sáez
Poco que recuperar
Algunas familias han regresado a sus hogares para recuperar las pertenencias. Este hombre lava un mueble de plástico para ver si puede todavía utilizarse.
Imagen: DW/A. Sáez
Tareas de rescate
Varios vecinos de Mocoa observan una tarea de rescate, con la esperanza de encontrar algún sobreviviente.
Imagen: DW/A. Sáez
Búsqueda de cadáveres
Los bomberos y vecinos buscan día y noche algún sobreviviente, aunque desde el lunes las tareas de rescate se han empezado a centrar en la búsqueda de cadáveres.
Imagen: DW/A. Sáez
Cadena humana
Varios voluntarios forman una cadena humana mientras otro grupo excava para encontrar cadáveres.
Imagen: DW/A. Sáez
Orden en el caos
Un agente de los más de 2.000 efectivos de la Fuerza Pública ordena a los curiosos abrir el perímetro de seguridad para realizar las tareas de excavación.