Esta semana comienzan las tradicionales fiestas de San Fermín, pero los manifestantes dicen que la tradición no es una justificación. Decenas de miles de turistas, sobre todo de Estados Unidos y Australia, acuden cada año a la capital navarra del 6 a 14 de julio para participar en los San Fermines, famosos internacionalmente por la obra de Ernest Hemingway "Fiesta". Una galesa de unos setenta años, ataviada sólo con ropa interior y cinta adhesiva, dijo que las corridas de toros eran una tortura. "Está mal matar y desde luego está mal torturar. Es realmente enfermo disfrutar de la tortura", dijo Stella, de la ciudad galesa de Cynwyl Elfed. Los organizadores de la protesta, Personas a Favor de un Trato Etico a los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) dijeron que asistieron a la protesta unos 700 activistas, pero la policía aseguró que fueron entre 500 y 600. Las autoridades locales no permiten a los manifestantes ir desnudos, como ya hicieron en 2002. Este año muchos se quedaron en ropa interior, otros llevaba el tradicional blanco y rojo de San Fermín, mientras algunos llevaban consignas en sus traseros con tatuajes temporales.