DW: Sr. Tognoni, Joseph Blatter se ha ido. ¿Le sorprendió el momento de su dimisión?

Guido Tognoni: No solo a mí, en todo el mundo su renuncia sorprendió unos días después de su reelección. Realmente no se esperaba. Vamos a ver como se reordena el fútbol después de esto.

Usted conoce a Blatter personalmente desde hace años. ¿Qué cree que motivó su renuncia?

Yo creo que fue la presión exterior. No del fútbol, porque algunas asociaciones se habían posicionado contra él. Desde hace mucho tuvo que vivir con el hecho de que la mitad del mundo del fútbol se le opusiera. Debe haber sido la presión estadounidense. La justicia de ese país es conocida porque no suelta prenda fácilmente. Tras los sucesos de la semana pasada yo creo que Blatter se asesorará con un abogado en Estados Unidos. Por lo menos pudo renunciar por iniciativa propia y no por exigencias de fuera.

Se especula que también se le investiga. ¿Considera usted eso plausible?

Es probable. La amenaza está ahí. En los próximos días o quizás semanas sabremos si su renuncia realmente fue con estilo. Si actuó por miedo de sentir detrás a los investigadores, entonces su renuncia no tendrá el reconocimiento que se le ha dado ahora. Seguro que Blatter era un objetivo de las investigaciones, pero la FIFA no puede esperar a que los estadounidenses actúen.

Muchos se muestran aliviados ante la renuncia de Blatter. ¿Ha sido realmente una liberación para la FIFA?

En principio sí. Pero hay muchas interrogantes. No hay un sucesor a la vista y existe el peligro de que las asociaciones continentales se separen. Los que están entusiasmados son los británicos, en Alemania y otros países hay satisfacción.

Blatter anunció un congreso extraordinario de la FIFA entre diciembre y marzo próximos. Hasta entonces quiere mantenerse en el cargo y realizar reformas. ¿Qué tan realista es esto?

Si los estadounidenses lo siguen presionando, probablemente no estará en condiciones de seguir ejerciendo el cargo de manera adecuada. Si no es ese el caso, entonces es preferible que Blatter no deje el cargo de la noche a la mañana, porque dejaría un vacío.

Blatter dirigió a la FIFA como si fuera su reinado ¿Quién le puede suceder?

No existe esa persona. En ninguna parte hay un líder con nuevas ideas que pueda conducir a una moderna FIFA. Ni el príncipe Ali de Jordania, ni Luis Figo. Está Jérome Champagne, que con seguridad sería capaz de hacerlo. Pero habrá que ver si reúne el respaldo que necesita, porque Michel Plattini y él no se entienden. ¿Pero quién dice que la persona correcta tiene que venir del fútbol para dirigir la FIFA? Para mí, lo importante es que se limite la duración de la presidencia. También hay que modificar el derecho de votación de las asociaciones, no representan lo que sucede en el mundo del fútbol.

¿Qué papel deberían jugar los europeos en el futuro?

Tienen que ser conciliadores. Sepp Blatter solía presentarse a sí mismo y a la FIFA como lquienes protegían al resto del mundo de la ambición europea y eso no es cierto. Europa nunca ha aspirado a jugar un gran papel mundial. Pero ahora Europa es el centro del fútbol desde el punto de vista comercial y del deporte.

¿Ve usted alguna particular responsabilidad de Alemania? A fin de cuentas la federación alemana de fútbol es la mayor asociación mundial.

Así es, además Alemania es campeón mundial. En todos estos años en los que he conocido a la FIFA, Alemania ha acatado todo lo que dice sin rechistar. Aunque no tiene aliados naturales como los ingleses o los franceses, Alemania tiene que despertar de ese papel secundario y asumir una responsabilidad como la mayor asociación y la más importante y exitosa a nivel mundial.

El jurista y periodista suizo Guido Tognoni fue portavoz de la FIFA entre 1984 y 1995. Volvió a la organización en 2001 y dos años después fue despedido, al parecer por diferencias con Blatter. Desde entonces Tognoni es uno de los críticos de la organización.