Luxemburger Wort, de Luxemburgo: “La destitución del alcalde de Moscú, Yuri Luzkohv, es una demostración de poder del presidente ruso Dimitri Medvédev. (…) La reputación de Luzkohv ya hace tiempo que estaba dañada por cargos de corrupción en su contra. Su manejo diletante de la crisis durante la ola de calor que asoló Moscú el verano pasado hizo que los ataques hacia su persona se agudizaran, ya que el alcalde no consideró necesario interrumpir sus vacaciones. El sucesor de Luzkohv, que será muy probablemente alguien de las filas de la Rusia Unida, se verá enfrentado a grandes tareas: la cosmopolita ciudad de Moscú se halla en medio de una amplia modernización y necesita, por tanto, contar urgentemente con los impulsos necesarios y su consecución. A esto se añade la proximidad de las elecciones presidenciales de 2012 y, con eso, el potencial de conflicto entre Putin y Medvédev.”

Candidatura presidencial por definirse

Der Standard, de Viena: “El presidente ruso Dimitri Medvédev se puso como objetivo principal declararle la guerra a la corrupción. (…) De un paso adelante en el camino hacia el estado de derecho sólo podrá hablarse cuando se produzca un proceso justo, con o sin condena o absolución. Así las cosas, el país continúa atrapado en su tradición centralista-absolutista, en la que el Kremlin es el que se ocupa de establecer el orden. La victoria de Medvédev sobre Luzkohv dice muy poco acerca del estado real de cosas en lucha por el poder contra Putin. La popularidad de Luzkohv se estaba yendo en picada hace mucho. ¿Por qué iba a poner en peligro Putin la suya tomando partido por el perdedor? En lo referente a la candidatura presidencial todavía no se ha dicho la última palabra.”

Un factor problemático menos

Neue Osnabrücker Zeitung, de Osnabrück: “Luzkohv, que gobierna la ciudad capital de Moscú desde hace 18 años y es uno de los políticos rusos más influyentes, era considerado hasta hace poco uno de los aliados de Putin. Y Putin debe haber contado seguramente con su apoyo, ya que de otro modo no se explican los mordaces ataques al presidente Dimitri Medvédev. Es por eso que la destitución cimenta de manera manifiesta el poder del dúo gobernante Medvédev-Putin, que se ha sacado de encima un factor problemático en vista de las elecciones parlamentarias en 2011 y las presidenciales en 2012. El decreto del presidente no demuestra, empero, que Medvédev se perfile mejor. Eso sería factible si lograse colocar a alguien de sus propias filas en la alcaldía de Moscú.”

Medvédev: poco poder personal

Kleine Zeitung, de Graz: “La destitución de Luzkohv marca el fin de una era. Luzkohv, de 74 años, gobernó la capital rusa durante los 18 años de su administración al estilo de un señor feudal y la desfiguró, modernizándola con la construcción de edificios y centros de compras de estética dudosa. Y, finalmente, no comprendió el dictado de los tiempos. El hecho de que haya preferido seguir de vacaciones mientras Moscú se asfixiaba entre el humo y las llamas también dejó una mala impresión en el Kremlin. La tesis acerca de que el fin de Luzkohv significa que el presidente Medvédev se haya impuesto a Putin, su mentor, es infundada. Medvédev anunció diversas reformas en los últimos años, pero nunca pudo llevarlas a cabo contra la voluntad de Putin. Y cuenta, hasta ahora, con poco poder personal. Es por eso que se descarta que esto sea diferente en un caso tan delicado como el de la lucha por la capital, que es adonde van a parar los recursos económicos.”

Autor: CP/dpa

Editor: Pablo Kummetz