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Detector de tsunamis con tecnología alemana

11 de julio de 2012

El Sistema de Alerta Temprana de Tsunamis Alemán-Indonesio (GITEWS) en el Océano Índico se instaló en el 2008. Costó 55 millones de euros y, hasta ahora, parece funcionar perfectamente.

Imagen: Reuters


El Sistema de Alerta Temprana de Tsunamis Alemán-Indonesio (GITEWS) es una red de sensores de diferentes tipos adaptados especialmente a mediciones geológicas y está situado en el Océano Índico. Dado que las zonas de sismos no están demasiado lejos de la costa, las olas llegan hasta allí no más de 30 a 40 minutos después de haberse producido un movimiento sísmico. El lapso de tiempo que resta para reaccionar a la señal de alerta es, asimismo, extremadamente reducido, por lo cual los expertos trabajan con una combinación de diversas tecnologías.

En tierra, 160 sismógrafos registran temblores en todo el Océano Índico. Además, aparatos receptores de GPS miden la deformación de la corteza terrestre y 20 estaciones costeras vigilan el nivel del agua. Todos esos datos son recogidos por una estación central, el Centro de Alerta, donde se analiza, por medio de simulación computada, en qué dirección va el tsunami y se calcula la altura probable de las olas.

En realidad, en un principio se planeó que el sistema de alerta temprana debía contener 20 boyas de alerta de tsunami, cada una por un precio de 250.000 euros, del tamaño de una columna para publicidad callejera, cubierta por receptores de GPS, sensores eólicos y termómetros. Además, cada boya debía estar unida a un sensor de presión en el fondo del océano, destinado a registrar las oscilaciones de presión causadas por las olas del tsunami. El Instituto Alemán de Investigación Geológica de Potsdam (GFZ) iba a ser el responsable de diez boyas.

 

Boyas para alerta de tsunamis no funcionaron.Imagen: AP

Boyas de tsunami se desmontaron

Sin embargo, las boyas resultaron poco adecuadas para el uso en Indonesia, ya que sus señales llegaban demasiado tarde como para organizar una alerta eficiente. Los pescadores comenzaron a usarlas para anclar sus botes y mantenerlas costaba demasiado. Finalmente, se las excluyó del proyecto GITEWS. Se espera que en el futuro se puedan utilizar para otras redes de medición de datos en alta mar.

En caso de terremoto, el sistema GITEWS funciona de la siguiente manera: en la región de Sundabogen, la más activa de la costa de Indonesia, se producen maremotos. Uno o dos segundos más tarde, los sismógrafos registran el movimiento e informan sobre su magnitud y su extensión. En un centro de elaboración de datos de la capital indonesia de Yakarta se reúnen todo tipo de informaciones obtenidas de los sismógrafos, los receptores de GPS y las estaciones que miden los niveles de agua. La central de alerta temprana funciona las 24 horas y está a cargo de expertos responsables de decidir si se envía o no la señal de alarma.

La Central de Alerta de tsunamis recoge los datos.Imagen: picture-alliance/dpa

Cinco minutos después de haberse confirmado un maremoto que sobrepasa magnitudes críticas, los expertos deberían estar en condiciones de enviar una señal de alarma o de cese de alarma. En caso de tsunami, quedaría alrededor de media hora para alertar a la población, al menos en las principales islas de Indonesia.

Esa decisión se apoya en un programa desarrollado por el GFZ, llamado “SeisComP3”, que compara velozmente los datos con miles de escenarios posibles. Pero la decisión final de alertar a la población la toman los expertos, y la señal se envía por radio, televisión y mensajes de texto hasta las más lejanas aldeas. El objetivo es lograr un índice de aciertos del 50 por ciento. Por cada alerta correcta del GITEWS solo debe producirse una errónea. Una empresa por demás ambiciosa, ya que los sistemas de alerta existentes envían alertas erróneas más a menudo.

 

El sistema de alerta GITEWS no evita daños materiales, pero la gente puede ponerse a salvo.Imagen: picture-alliance/dpa

El sistema ya pasó la prueba de fuego

Hasta ahora, el sistema solo envió dos alertas. El 12 de septiembre de 2007 se produjo una serie de sismos graves frente a la costa sur de Sumatra. El GITEWS, a pesar de que aún no estaba instalado en su totalidad, logró localizar los movimientos sísmicos después de solo tres minutos y también calcular su magnitud. En un lapso de cinco minutos, el centro de datos envió una señal de alerta, unos 20 minutos antes de que llegara la ola.

Luego, el 11 de abril de 2011, dos terremotos de magnitud 8 a 9 en la escala de Richter sacudieron las profundidades del Océano Índico. La cadena de alerta también funcionó eficientemente, pero esa vez no hubo tsunami. Afortunadamente, las placas continentales no se habían desplazado verticalmente, como durante el mega-tsunami de 2004, sino en forma horizontal, razón por la cual la energía transmitida a la masa de agua fue menor y no se formó la temida ola.

Desde marzo de 2011, la responsabilidad por el sistema de alerta temprana está en manos de los indonesios. “Sin embargo, Alemania sigue apoyando las operaciones, en especial en lo que respecta a la capacitación profesional del personal del centro de alerta”, señaló el presidente del GFZ, Reinhard Hüttl. El montaje tecnológico no es todo, y los científicos, administradores y también la población de Indonesia deben continuar aprendiendo cómo comportarse en caso de alerta de tsunami.

La alerta de tsunami ya se ejercitó, incluyendo la evacuación de las zonas costeras, en tres regiones de Indonesia, y ahora las autoridades se abocarán a transmitir esas experiencias y conocimientos a todo el país, una tarea que seguramente tomará varios años más.

Autor: Frank Grotelüschen/ CP
Editora: Emilia Rojas-Sasse

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