Una de las dos ciudadanas alemanas con supuestos vínculos con el Estado Islámico (EI) que fueron deportadas desde Turquía fue detenida la noche del viernes por la policía a su llegada al aeropuerto de Fráncfort, informó este sábado (16.11.2019) el fiscal general del Estado. Según el comunicado, la mujer, identificada tan sólo como Nasim A., es sospechosa de pertenencia a una organización terrorista en el extranjero, de violar la ley sobre el control de armamento bélico, así como de haber cometido crímenes contra la propiedad y otros derechos en un contexto bélico.

De acuerdo con la fiscalía, la mujer viajó en 2014 a los territorios controlados por el EI, donde contrajo matrimonio con un combatiente de la organización extremista con el que más tarde se trasladó a la localidad iraquí de Tel Afar. Allí, la pareja habitó una vivienda arrebatada por la fuerza a sus propietarios; Nasim A. recibía un sueldo del EI a cambio de ocuparse de las labores del hogar con el fin de que su marido pudiera dedicarse exclusivamente a las actividades de la organización.

Según las informaciones de la fiscalía, la extremista poseía además un fusil de asalto Kaláshnikov, que portaba consigo siempre que abandonaba su hogar. A principios de 2019, Nasim A. fue detenida en Siria por las autoridades kurdas del norte del país e internada en el campo de detención de Al-Hol, del que, sin embargo, se presume que logró escapar en algún momento, antes de ser detenida en Turquía.

Este viernes se convirtió en la novena ciudadana alemana en ser deportada esta semana por las autoridades turcas, después de que una familia integrada por un matrimonio con cinco hijos fuera enviada de vuelta a Berlín el jueves.

A pesar de que en el caso de dicha familia no consta una vinculación directa con el EI, sí que resultaba conocida por las autoridades debido a su ideología salafista; el padre fue detenido a su llegada a la capital por un delito no relacionado, mientras que el resto quedó en libertad.

Nasim A. quedó este sábado a disposición de la fiscalía, que decidirá si dicta una orden de prisión preventiva a la espera de que la supuesta yihadista sea encausada. En el caso de las mujeres que abandonaron Alemania rumbo a los territorios controlados por el EI, los tribunales se enfrentan a especiales dificultades para determinar si se puede considerar que se integraron en una organización terrorista extranjera. De acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Supremo Federal alemán, para demostrar que existe "una cierta integración formal" es necesario que el individuo sospechoso haya adoptado una postura "que le identifique como perteneciente al círculo de los miembros y le haga distinguible de los no miembros". (EFE)