En Suiza fue detenido un presunto cómplice del trío de neonazis alemanes responsabilizado por una serie de asesinatos y atentados racistas en Alemania entre 2000 y 2007, confirmó la policía del país alpino.

Un juez de instrucción de Berna ordenó prisión preventiva contra un ciudadano de la zona del Oberland, en la capital helvética. Había sido aprehendido la noche antes a su llegada al aeropuerto de Zúrich, donde era aguardado por la policía.

La captura de este nuevo sospechoso pondría en Suiza el punto de mira de la investigación logística sobre la llamada célula neonazi de Zwickau, según la investigación. A tenor del diario "Tages Anzeiger", el detenido es acusado de haber proporcionado ilegalmente a la célula una pistola de la marca checa Ceská, hallada entre los restos del escondite de los neonazis y que luego sería empleada en algunos de los crímenes.

Del detenido no se conoce sin embargo relación directa alguna con el medio neonazi. El grupo, del que sólo queda viva la militante Beate Zschäpe, es acusado de las muertes de ocho pequeños empresarios turcos y un griego, así como de la de una agente de policía (dpa).