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Deuda griega: acreedores duros de roer

22 de enero de 2012

El gobierno de Atenas sigue negociando con los bancos acreedores sobre un recorte de la deuda. Si no llegan a un acuerdo, Grecia podría caer en la insolvencia, con incalculables consecuencias para toda Europa.

Los negociadores de la banca, el viernes 20 de enero, en Atenas.Imagen: dapd

La suma ha de ser impresionante incluso para alguien que gana tanto como el jefe del Deutsche Bank, Josef Ackermann: 103 mil millones de euros. Esa es la cantidad a la que habrían de renunciar los acreedores privados –bancos y fondos de alto riesgo- para salvar a Grecia de la insolvencia.

Ackermann preside la Asociación Internacional de Bancos (IIF), que negocia con el gobierno griego sobre un recorte de la deuda. Los acreedores habrían de desistir de cobrar cerca de la mitad del dinero adeudado, a cambio de la garantía de que el resto será cancelado. Lo que está en discusión es a qué tasa de interés. Los bancos demandan un 4,6 por ciento, mientras las autoridades políticas quieren permanecer por debajo del 3 por ciento. Y eso marca una diferencia considerable, tratándose de créditos a 30 años de plazo.

Consecuencias del recorte

Por el momento no se vislumbra un arreglo. El jefe de los negociadores de la asociación bancaria, Charles Dallara, abandonó Atenas y las conversaciones prosiguieron el fin de semana vía telefónica, según informaron las agencias de noticias. Previamente, el jefe del Deutsche Bank había criticado una vez más la forma en que los políticos han manejado la crisis. “La expectativa era que los bonos de deuda soberana fueran cancelados en un 100 por ciento. Ese principio fue vulnerado, contraviniendo todas las declaraciones formuladas anteriormente”, dijo Ackermann a la dpa, advirtiendo de las consecuencias a largo plazo de una eventual quita de deuda. “Pagaremos un alto precio por ello”, indicó el banquero.

Josef Ackermann.Imagen: dapd

Si no se llega a un acuerdo, a las autoridades políticas les queda aún la opción de decidir unilateralmente un recorte de la deuda. En tal caso se activarían los seguros que cubren el no pago de créditos, en este caso adquiridos por el Estado griego. Pero, en opinión de expertos, los países integrantes de la Unión Europea, se resisten a ello. “Algunos fondos hedge, que apostaron a la quiebra, obtendrían de esa forma grandes ganancias, y eso es algo que los políticos quisieran evitar como sea”, explica Hans-Peter Burghof, profesor de economía bancaria de la universidad de Hohenheim.

Peligro de quiebra

La UE sigue cubriendo las espaldas de Atenas.Imagen: picture-alliance/dpa

La quita de deuda es requisito para la entrega de más dinero del fondo de rescate europeo a Grecia, por un monto de 130 mil millones de euros. Los países de la eurozona no quieren comprometerse a efectuar más pagos mientras no se aclare si los bancos renunciarán a parte de lo que se les debe. Y el tiempo apremia: si Grecia no recibe más dinero hasta mediados de marzo, el país caería en la insolvencia.

Los expertos parten de la base de que, de facto, el país ya se encuentra en esa situación. “Grecia está en quiebra”, dice Burghof, agregando que ahora falta por saber “cuándo los políticos desistirán finalmente de ocultar ese hecho mediante las transferencias de dinero”. Similar es la apreciación de su colega Clemens Fuest, del Instituto de Ciencias Financieras de la universidad de Colonia. “Los cálculos del programa de ayuda de la UE parten de la base de que la deuda de Grecia llegará el año 2012 al 120 por ciento de su producto interno bruto. Por esa razón, supongo que de todas maneras tendrá que haber otra quita de deuda”, apunta el especialista.

Ganancias para los bancos

Hans-Peter Burghof critica sin tapujos la táctica negociadora de los bancos ante el gobierno griego. “Los bancos apuestan a que los europeos aportarán más dinero fiscal, por miedo a que las turbulencias se vuelvan demasiado fuertes en los mercados financieros”, indica el académico, quien considera demasiado elevado el interés del 4,6 por ciento que demandan. “Allí hay margen para buenas ganancias”, advierte Burghof.

La Asociación Internacional de Bancos ha declarado que de todos modos se seguirá negociando para llevar a buen puerto el “histórico” recorte voluntario de deuda y estabilizar la eurozona.

Autora: Friederike Schulz/ Emilia Rojas Sasse
Editora: Claudia Herrera Pahl

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