El Deutsche Bank deberá pagar 553,6 millones de dólares (unos 420 millones de euros) al fisco estadounidense, según acordó la institución alemana con la fiscalía y las autoridades financieras norteamericanas en el marco de una larga disputa impositiva entre ambas partes.

A cambio, las investigaciones en curso en Estados Unidos serán suspendidas, informó en la noche de hoy el Deutsche Bank. Según la institución, todo gira alrededor de una "participación del banco en diversos negocios de refugio fiscal para clientes, que fueron realizados entre 1996 y 2002".

El banco aclaró que este acuerdo no afectará sus resultados, porque para el total del importe ya "fueron generadas las reservas suficientes para que el pago no tenga efectos en el actual resultado después de impuestos".

dpa