El número de víctimas fatales que dejó el sismo en la isla de Java aún resulta aún difícil de precisar. La cifra sobrepasa los 3.000 muertos y se estima que podría seguir aumentando, en vista de que aún permanecen personas bajo los escombros. Se estima que la cantidad de heridos supera los 3.000. Los equipos de rescate se vieron con frecuencia sobrepasados por las dimensiones de la catástrofe provocada por este sismo, que tuvo una intensidad de 6,2 grados en la escala de Richter, según fuentes estadounidenses, y de 5,9, de acuerdo con las autoridades indonesias.

El epicentro del terremoto fue ubicado en el mar, a sólo 30 kilómetros de Yogyakarta, una ciudad de aproximadamente 500 mil habitantes, donde se habrían producido por lo menos 2.200 víctimas fatales. Los hospitales se encuentran colapsados en dicha localidad, situada unos 400 kilómetros al sureste de Yakarta. La Cruz Roja indicó que algunos barrios habían quedado destruidos en un 80%. El aeropuerto de la ciudad fue cerrado por los daños sufridos en la pista y las líneas telefónicas están saturadas.

No hubo alerta de Tsunami

El Gobierno indonesio ha ordenado el traslado inmediato de tiendas de campaña, agua potable, comida y medicinas a los campamentos de desplazados, situados en la falda del volcán Merapi, a tan sólo 30 kilómetros de Yogyakarta, que amenazaba con entrar en erupción este mes. Especialistas consideran que la actividad del citado volcán no fue lo que ocasionó el terremoto, si bien el sismo podría influir en los procesos que tienen lugar en el Merapi.

Igualmente se indicó que no hubo en esta oportunidad una alerta de tsunami en la región, que en diciembre de 2004 se vio asolada por una ola gigante que cobró la vida de más de 226 mil personas. No obstante, los habitantes de la zona huyeron en pánico hacia sectores más altos.

Solidaridad internacional

La tragedia causó de inmediato gran impacto internacional. El Papa, de visita en Polonia, oró por las víctimas, mientras desde diversos países las autoridades hacían llegar sus mensajes de condolencia y solidaridad. En Alemania, tanto el presidente Horst Köhler, como la canciller Angela Merkel y el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, manifestaron su profundo pesar en sendos telegramas.

La Cruz Roja Alemana, que tiene un equipo de 13 personas en el país, se propone trasladar un hospital de campaña, con 200 camas, desde la provincia de Aceh hacia la región afectada por el terremoto. Tanto esta organización como la Aktion Deutschland Hilft (Alemania Ayuda), que agrupa a varias entidades asistenciales, abrieron cuentas especiales para reunir donativos para las víctimas.