Actualización de software, fondos ecológicos y descuentos de compra… La Cumbre del Diésel fue un gran evento pero no dio muchos resultados. El problema va más allá de medir las emisiones.
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Clasificación de los coches según las emisiones, apagado automático, NOx, limpieza de gases de escape… Para todos los que no están en el tema, no es nada fácil entender este debate tan acalorado que se libra en Alemania. Ni siquiera el hecho de que en el país circulen 15 millones de autos diésel sirve como explicación. Aparentemente, en el país del automóvil existe una cooperación corporativa entre la industria del automóvil y la política que va más allá del trabajo clásico de los lobistas. Hasta hace poco, ambas partes parecían ir en una misma dirección: hacia los coches limpios. Pero, como demostró el dieselgate, en algún momento se equivocaron de rumbo y comenzó el fraude. ¿Era la única forma de cumplir con los cada vez más estrictos controles de emisiones?
La amenaza de la prohibición
La consiguiente pérdida de confianza de los consumidores y la política ha sido inmensa. La canciller Angela Merkel, actualmente de vacaciones, anunció antes del primer "Foro Nacional del Diésel" que la industria tenía que ser "honesta". Pero la presión viene también por otro lado. En 28 regiones alemanas, la calidad del aire es tan mala que tendrán que pensar en medidas estrictas más allá de los planes limpieza de los ayuntamientos. Por ejemplo, la justicia de Stuttgart y Düsseldorf amenaza con la prohibición de circulación para vehículos diésel, algo que sería un gran desastre para la relación entre los electores y la política. Precisamente, en tiempo de campaña electoral.
Por otro lado, en Berlín se produjo en gran encuentro entre la esfera política, la industria y las asociaciones. Al final, hablaron dos ministros, tres presidentes de estados federados y tres presidentes de consejos de administración. Y, como conclusión, parece que hubiesen apalabrado su valoración sobre esta eterna discusión: "un primer paso".
Más autobuses eléctricos
Al final se acordaron tres medias. 5,3 millones de vehículos diésel recibirán actualización gratuita del software de control del motor por parte de los fabricantes. En total, costará alrededor de 500 millones de euros. Así se podrían reducir hasta en un 30% las emisiones de óxido de nitrógeno. Los propietarios de vehículos VW, Daimler y BMW en otros países de la UE podrán solicitar voluntariamente esa actualización en sus talleres. La política se mostró ligeramente molesta porque las empresas extranjeras participantes en la cumbre no se mostraron dispuestas a cargar con los costes de tales medidas. Sobre todo, porque la discusión sobre el diésel fuera de Alemania es otra muy distinta.
En segundo lugar, se creará un fondo de 500 millones para promover conceptos de movilidad más respetuosos con el medio ambiente en ciudades contaminadas. "Autobuses, taxis y otros vehículos que circulan constantemente por la ciudad tendrán que optar rápidamente por el coche eléctrico", dijo el ministro de Transportes, Alexander Dobrint.
En tercer lugar, las marcas tendrán que apoyar la compra de coches diésel más modernos. Esa medida generará grandes costes para la industria, pero así los modelos "sucios" desaparecerán de las calles. El director de BMW, Harald Krüger, habló de 2.000 euros, pero sus colegas de VW y Daimler, Matthias Müller y Dieter Zetsche, no quisieron dar cifras concretas. Según la ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, no habrá dinero por parte del estado. Para eso hay dinero de los constituyentes.
El diésel continúa en la calle
Tanto Dobrint como Hendricks valoraron positivamente la cita hablando de una nueva "cultura de confianza" entre la industria del automóvil y la política. Sin embargo, otros observadores consideraron el resultado como insuficiente, porque había otras medidas que no se trataron. Por ejemplo, Hendricks exigió el fin de semana pasado una mejora del hardware, pero para los tres fabricantes presentes en la cita eso sería inviable.
Winfried Kretschmann, primer ministro de Baden-Wurtemberg y único político de Los Verdes que preside un estado federado, calificó la cita como un paso para salir de la crisis de confianza. Él espera que, por lo menos, se hayan logrado el objetivo mínimo de impedir las prohibiciones. Sin embargo, también matizó que el resultado no es para nada suficiente pensando a largo plazo.
Cronología del escándalo del diésel
La manipulación de los niveles de emisión de gases de escape ha sumido a Volkswagen en una gran crisis, con una enorme pérdida de prestigio, que ya costó millones al consorcio y aún está lejos de terminar.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
La carrera hacia el desastre
Aproximadamente dos semanas después de que VW confesase que había usado un software para manipular los coches diésel, la Agencia Ambiental de Estados Unidos lo publicó oficialmente el 18 de septiembre de 2015. A partir de ahí, la crisis comenzó a acelerar rápidamente y pronto se cobró sus primeras víctimas.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
El jefe tiene que irse
El presidente de la junta directiva de VW, Martin Winterkorn, tuvo que dejar su cargo a los pocos días. El 23 de septiembre de 2015 renunció a esta posición pero aún mantiene otras responsabilidades dentro del grupo. A día de hoy, dice que nunca tuvo conocimiento del fraude.
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El nuevo es un viejo conocido
Su sucesor fue Matthias Müller, director general de la filial de VW Porsche. El nuevo también insistió en que no sabía nada del fraude de las manipulaciones. Su nueva función fue limpiar el consorcio, un cometido en el que no siempre pudo estar a la altura.
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Asalto a la sede
Contra VW no solo investigó Estados Unidos. También se implicó la fiscalía de la Baja Sajonia, el estado federado donde VW tiene su sede principal. El 8 de octubre de 2015, la fiscalía de Braunschweig entró a registrar la sede del consorcio en Wolfsburgo y otras ciudades.
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Un poderoso oponente ...
… entró también en la carrera a principios de 2016. El gobierno de Estados Unidos presentó una demanda contra VW alegando fraude y violación de las leyes estadounidenses para la protección el clima.
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De repente, a toda velocidad
Aunque todavía no estaban dados de alta por la Oficina Federal de Vehículos a Motor, VW llamó a revisión a sus modelos "Amarok". Estos serían los primeros modelos en contar con herramientas de control del motor y gases de escape conforme a la legalidad. Otros modelos como el Passat o el Golf tuvieron que esperar.
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¿Retirada o víctima de la empresa?
El 9 de marzo de 2016 renunció también el jefe de VW en EE.UU., Michael Horn. Fue uno de los protagonistas que acaparó el foco de la opinión pública cuando saltó el escándalo. Entre otras cosas, pidió disculpas al público por el comportamiento de VW.
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Un juez con mucha paciencia
No es frecuente que un juez de distrito de EE.UU. como Charles Breyer (San Francisco) sea tan conocido en Alemania. Como juez principal del distrito del norte de California. él es el responsable del caso contra VW. El 21 de abril de 2016 anunció un principio de acuerdo entre el fabricante y las autoridades estadounidenses. Sin embargo, muchos detalles quedaron por aclarar.
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Resultado provisional devastador
El 28 de junio de 2016 se dio a conocer que VW tendría que pagar probablemente hasta 14.700 millones de dólares como compensación. Los coches afectados tendrían que ser recomprados o equipados. Ese sería el precio en Estados Unidos, pero todavía no se sabe qué salida se negociará en otros países. El valor en bolsa de la compañía había caído un 20% en el ultimo año.
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¿Quién sabe qué?
El 8 de marzo de 2017, en la comision del Paarlamento alemán dedicada a investigar el escándalo de Volkswagen, la canciller alemana Angela Merkel declaró que se había enterado del fraude a través de los medios .
Imagen: Reuters/F. Bensch
Mercedes, Audi, Porsche...
Durente los meses siguientes se inician también investigaciones contra otros fabricantes alemanes, incluidas también marcas del grupo Volkswagen como Audi y, posteriormente, Porsche. La fiscalía de Stuttgart también llegó a registrar algunas oficinas de Daimler por sospechas de manipulación del software de emisiones.
Imagen: Reuters/F. Bensch
También en el segmento de lujo
Después de haber sido investigada por la fiscalía de Stuttgart, la empresa Porsche recibió a finales de julio de 2017 un duro golpe por parte del ministro de Transportes, Alexander Dobrint, que prohibió las matriculaciones de uno de los modelos de Porsche Cayenne.