La elección de Catar como sede del Mundial de fútbol de 2022 ha vuelto a ser atribuida a un soborno multimillonario. En la primera plana de su edición dominical, el periódico británico "The Sunday Times" cita documentos según los cuales el empresario catarí Mohamed bin Hammam, otrora directivo de la FIFA, pagó cinco millones de dólares a varios dirigentes para influir con suficiente antelación sobre la votación realizada en diciembre de 2010. Tanto los organizadores cataríes como el propio Bin Hammam han refutado esas acusaciones. Actualmente, una comisión de la FIFA investiga los señalamientos de corrupción contra Catar bajo la dirección del ex fiscal estadounidense Michael García. El informe de la comisión debería entregarse a finales de este año. Si se confirmaran las irregularidades, el alemán Theo Zwanziger, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, considera plausible que haya una nueva elección, así lo dijo el viernes (30.5.2014) al diario "Handelsblatt". El propio presidente de la FIFA, Joseph Blatter, calificó como "un error" la elección de Catar, aunque en referencia a las condiciones climáticas de ese país, que en junio y julio son de extremo calor. Bin Hammam fue suspendido de por vida en 2011 por el comité ético de la FIFA, que lo consideró culpable de haber comprado votos entre dirigentes caribeños para apoyar su elección como presidente del ente rector del fútbol mundial. (dpa)