El extraordinario hallazgo se produjo por casualidad cuando el personal del Louvre descolgó la pintura La Virgen y el niño junto a Santa Ana como parte de un amplio programa de estudio y restauración de la obra de Leonardo, que incluirá a la Mona Lisa.

Cabeza de caballo y calavera

"Cuando la obra, que está pintada sobre madera, fue descolgada, un conservador se dio cuenta de que había dos dibujos apenas perceptibles hechos en la parte de atrás de la pintura, que muestran la cabeza de un caballo y la mitad de una calavera", comunicó el centro de arte.

Fue un descubrimiento tan impresionante que el personal del museo que estaba presente no podía creerlo e inicialmente atribuyó los trazos a una mancha. La virgen y el niño junto a Santa Ana fue pintado a principios del siglo XVI y nadie hasta ahora se había fijado en los dibujos, al menos en lo que se refiere al Louvre.

Impresiones con cámaras infrarrojas

Tras el hallazgo inicial, el museo realizó pruebas detalladas en la parte de atrás de la pintura. Los fotógrafos tomaron impresiones con cámaras infrarrojas y detectaron que había una tercera imagen: la del niño Jesús jugando con un cordero.

"Este es un descubrimiento excepcional porque los dibujos en la parte de atrás son muy raros y no hay ejemplos anteriores de Leonardo conocidos hasta ahora", dijo el Louvre.

¿Ensayos para la pintura definitiva?

El centro de arte afirmó que los dibujos recordaban a obras conocidas del artista y sugirió que el niño y el cordero podrían haber sido ensayos para la pintura definitiva del otro lado del soporte. "El estilo de los dibujos parece el de Leonardo, pero la investigación está en curso para determinar la autoría", agregó.