En alemán se llaman “Die Toten Hosen” que no es otra cosa que “Los pantalones muertos”, un dicho con el que se designa algo en donde no pasa nada.

Hoy los "Toten Hosen" son tan característicos de Düsseldorf como la cerveza Alt y el Rin. El quinteto en torno a Campino, el carismático cantante principal, es uno de los más populares embajadores de la ciudad. Durante su primer concierto, el 10 de abril de 1982, ni Campino ni sus compañeros de banda, Kuddel, Vom, Andi y Breiti llegaron a imaginarse que tres décadas más tarde serían uno de los grupos musicales emblemáticos del género en Alemania.

Los "Toten Hosen" han vendido millones discos, cassettes y CDs, han ganado innumerables premios y son un ejemplo de compromiso social y deportivo.

Rockeros cercanos al ciudadano de a pie

También en la gira de cumpleaños que han emprendido, los "Toten Hosen" siguen fieles a su excentricidad. El grupo toca en la sala de estar de uno de sus seguidores o sorprenden a presidiarios con conciertos en las cárceles. Nada les quita las ganas de disfrutar la música con los amantes de su música. Sin alardes de estrellas, los integrantes de este singular grupo de rock punk van al estadio como cualquier otro o al bar de la esquina

Según el crítico musical Philipp Holstein, Los "Toten Hosen" siguieron siendo lo que siempre han sido”. El grupo, según Philipp, es importante para Alemania “porque siempre tiene una postura decidida sobre los temas que ocupan a la sociedad: energía atómica, lucha contra los neonazis, la defensa de los animales, etc. Los "Toten Hosen" han llegado incluso a posar desnudos para apoyar la campaña contra el uso de pieles de animales en peligro de extinción.

Los “Toten Hosen” no simpatizan mucho con el conocido grupo berlinés  “Die Ärzte”, la banda punk neoyorkina "Ramones", que ya desapareció, sigue siendo muy admirada por el grupo renano.

Crisis y un poquito de horror

El concierto número 1.000 casi termina con la disolución del grupo. La muerte de una joven de 16 años en un tumulto provocado por la euforia de los visitantes y los cantantes, llevó al grupo cancelar los saltos en vivo sobre la multitud.

Pero el balance musical de treinta años de los “Toten Hosen” es impresionante.  En 1988 lograron su primer gran éxito con el álbum "Ein kleines bisschen Horrorschau" (Un poquito de muestra de horror) y la pegadiza canción "Hier kommt Alex" (Aquí viene Alex).

Queridos en América Latina

Las melodías de sencillas con textos fáciles de seguir gustan mucho. Los “Toten Hosen” alcanzan los primeros lugares de las listas de popularidad con "Kauf mich!" (Cómprame) y  "Opium fürs Volk" (Opio para el pueblo).

La banda conquista varias generaciones a la vez. Sus conciertos son visitados por padres e hijos. También en América Latina los “Toten Hosen” tienen muchos adeptos. En Argentina son casi tan apreciados como en Alemania.

El 4 de mayo…

Este 4 de mayo sale al público el décimo tercer álbum de los “Toten Hosen”. Algunos creen que puede ser el último. No en vano Campino celebra sus 50 años en junio. Pero no importa qué edad alcancen los “Toten Hosen”, ellos tienen reservada ya una tumba común en el cementerio de Düsseldorf. ¿Amor de músico?

Autora: Dagmar Dahmen / José Ospina-Valencia

Editora: Rosa Muñoz Lima