Dieciséis países de UE buscan perfilar acuerdos migratorios
26 de junio de 2018
Los líderes de dieciséis países de la Unión Europea participan hoy en una cumbre informal en Bruselas para acercar posturas de cara al Consejo Europeo de la semana que viene.
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La próxima semana, los Veintiocho intentarán responder a la situación de los inmigrantes que llegan por el Mediterráneo.
Está previsto que a la reunión para tratar esta cuestión -que divide fuertemente a los países- asistan los jefes de Estado o de Gobierno de Alemania, Francia, España, Italia, Grecia, Austria, Bulgaria, Malta, Bélgica, Holanda, Croacia, Eslovenia, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, convocó el encuentro a petición de la canciller alemana, Angela Merkel, que para salvar su Gobierno de coalición necesita ofrecer soluciones al líder del ala bávara de su partido y ministro de Interior, Horst Seehofer, que demanda más mano dura en política migratoria.
Berlín quiere frenar "migración secundaria"
Merkel quiere frenar la "migración secundaria", por la que los demandantes de asilo que llegan a las costas Mediterráneas se dirigen luego a Alemania -que recibió casi 1,2 millones de solicitudes en 2015 y 2016- y a otros países del norte para solicitar protección.
Así se recoge en una declaración firmada esta semana con el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que también abogan por reforzar el control de las fronteras exteriores de la UE.
Roma pide reforma del Reglamento de Dublín
Por su parte Italia, principal punto de entrada de quienes atraviesan el Mediterráneo (120.000 inmigrantes llegaron al país en 2017), que recrimina a sus socios europeos la falta de apoyo durante años y que no hayan cumplido con las cuotas de acogida de refugiados.
Roma pide que se reforme el reglamento de Dublín, que exige que se solicite el asilo en el país de llegada y este se haga cargo después de los demandantes.
El nuevo Gobierno italiano y en particular su vicepresidente, el líder de la xenófoba Liga, Matteo Salvini, ha intensificado en las últimas semanas su ofensiva y amenazado con no dejar desembarcar más barcos, tras no acoger al Aquarius, que con 630 inmigrantes a bordo fue recibido en España.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, acudirá a la que será su primera reunión de líderes de la UE tras reunirse este sábado con Macron en París para abordar la cuestión.
Países del Grupo de Visegrado no acudirán
Los países del Grupo de Visegrado -Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia-, que ya han anunciado que no acudirán, se niegan a aplicar el sistema de cuotas de reparto de refugiados, piden mayor control de las fronteras exteriores y crear centros de acogida fuera de la UE, una posición que comparte Austria, que asumirá en julio la presidencia del Consejo de la Unión.
En este contexto, la Comisión Europea se ha visto obligada a modificar sus planes y contempla crear "plataformas de desembarco" en países del Norte de África.
Esto se combinaría con paquetes de retorno voluntario a los países de origen y más esfuerzos de reasentamiento.
Estos desembarcos regionales darían a los inmigrantes "la protección y dignidad que merecen" y deberían respetar las leyes internacionales y derechos humanos, según el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramópulos, aunque la situación en países como Libia pone esto en cuestión.
CP (efe, dpa, rtr)
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Los amigos y enemigos de Merkel (25.06.18)
En su búsqueda de una "solución europea" a la crisis migratoria, Angela Merkel necesita aliados entre los jefes de Gobierno de la UE. Pero cada vez son menos, y algunos incluso se oponen decididamente.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/O.Matthys
Emmanuel Macron
Si se puede hablar de un amigo político de Merkel, sería sin duda el presidente francés Emmanuel Macron. Tal como Merkel, está absolutamente interesado en una solución europea, porque teme, igual que ella, por la existencia de la UE.
Imagen: picture-alliance/Tass/dpa/M. Metzel
Pedro Sánchez
El nuevo presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, actuó con el espíritu de Merkel al permitir el desembarque de buques que transportaban refugiados africanos y que el Gobierno italiano había rechazado. Tanta humanidad es rara en estos días. Pero el socialista también ha dejado en claro que su país necesita apoyo para hacer frente a la migración.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Soriano
Mark Rutte
La apertura de las fronteras interiores de la UE es muy importante para Holanda. En esto, el Primer Ministro Mark Rutte está de acuerdo con Merkel. Por otra parte, el estado de ánimo en el país es ahora bastante hostil hacia los migrantes. Rutte prefiere no dejar entrar en Europa a solicitantes de asilo sin perspectivas de obtenerlo. En esta situación Rutte podría asumir un papel mediador.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
Alexis Tsipras
Hay mundos ideológicos entre la cristianodemócrata Merkel y el izquierdista Alexis Tsipras. Sin embargo, el primer ministro griego está muy a favor de la "solidaridad europea" para hacer frente a la migración y también apoya personalmente a Merkel. La razón de esto puede ser que él percibió a Merkel como comprensiva en la crisis de la deuda griega y que espera más concesiones en este tema.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
Lars Lokke Rasmussen
En general, el danés Lars Lökke Rasmussen no parece ser un radical, pero en cuestiones de migración sí lo es. Casi ningún otro gobierno de la UE aplica una política de disuasión contra los solicitantes de asilo tan estricta como la suya. Rasmussen también lanzó la idea de crear centros de recepción fuera de la UE antes que otros.
Imagen: imago/Belga
Sebastian Kurz
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, muestra buenos modales ante Merkel, pero no oculta su profundo rechazo a su política liberal de refugiados. Kurz se lleva de maravilla con los opositores internos de Merkel: desde el ministro de Salud, Jens Spahn, hasta el ministro del Interior, Horst Seehofer (del partido aliado de la CDU de Merkel, CSU) y el primer ministro de Baviera, Markus Söder (CSU).
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Kneffel
Giuseppe Conte
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, es uno de los oponentes más duros de Merkel. Conte no quiere recibir de vuelta a los refugiados anteriormente registrados en Italia. El ministro del interior, Matteo Salvini, de la xenófoba "Liga Norte", le sigue empujando hacia los extremos: "No podemos admitir ni uno más". Con frases como esta, la Liga Norte sube aún más en las encuestas.
Imagen: picture-alliance/ZumaPress
Viktor Orbán
A lo largo de los años, nadie ha criticado la política de Merkel tan vehementemente como el húngaro Viktor Orbán. Para él, la crisis es un problema de Merkel, no suyo. No asistió a la reunión de la UE para tratar el tema el 24 de junio, como tampoco los dirigentes de Hungría, Eslovaquia, la República Checa y Polonia. Todos se oponen a cualquier redistribución de refugiados.