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Historia de una detención

Daniel Martínez2 de diciembre de 2013

El exjugador de la selección argentina Diego Placente, volvió a Alemania para reunirse con las más grandes estrellas del pasado de la Bundesliga pero, en vez de salir a la cancha, terminó tras las rejas de una prisión.

Imagen: Martin Rose/Bongarts/Getty Images

Los cuatro años y medio que Diego Placente estuvo en Alemania hacen parte de sus mejores recuerdos como jugador de fútbol. En especial la primera temporada con el Leverkusen, del 2001 al 2002, es considerada la más exitosa en la carrera del lateral izquierdo. Entonces fue subcampeón en la Bundesliga, en la Copa Alemana y en la Champions League, y además participó en el Mundial de Corea y Japón representando a Argentina, bajo las órdenes del entrenador Marcelo Bielsa.

En busca de la gloria pasada

La afición alemana ya había cubierto con una capa de olvido el exitoso paso del argentino por la Bundesliga, pero los organizadores del Partido de las leyendas, celebrado en la ciudad de Colonia el pasado 16 de noviembre, aún tenían ese maravilloso tiempo en la memoria. Por eso lo invitaron a jugar en el equipo de estrellas internacionales que destacaron en el balompié germano.

Placente debería haber formado al lado del arquero belga Jean Marie Pfaff, el atacante austriaco Toni Polster, el elegante medio creativo bulgaro Krasimir Balakov, los brasileños Paulo Sergio y Mineiro, y el subcampeón europeo del 2004, el portugués Petit. Sus rivales alemanes serían nada más y nada menos que los campeones del mundo de 1990 Lothar Matthäus y Andreas Brehme, sus excompañeros en Leverkusen Jens Nowotny, Oliver Neuville y Ulf Kirsten, así como otros ídolos del fútbol local, entre ellos Mario Basler y Fredi Bobic, hoy director deportivo del Stuttgart.

“Nosotros tomamos contacto a través de correo electrónico, lo invitamos a participar en el Partido de las leyendas, él aceptó y nosotros asumimos todos los costos de su traslado a Alemania. Lamentablemente, por lo sucedido, no pudo estar en el evento, y pese a que hemos intentado establecer comunicación con él, nos ha sido imposible enterarnos en detalle de su situación”, le contó a Deutsche Welle Wim Vogel, directivo de la agencia deportiva Sportmanufaktur, organizadora del evento por el cual Diego Placente se desplazó a Alemania.

El defensor viajó con la ilusión de volver a jugar en un gran estadio luego de haberse retirado del fútbol activo hace un par de meses, a los 36 años, tras rescindir un contrato que tenía en su país con Argentino Juniors en medio de un conflicto con su entrenador y las directivas del club. En Colonia, una ciudad en la que estuvo por última vez hace dos años, con el equipo Nacional de Montevideo de Uruguay en una gira internacional, tendría la oportunidad de refrescar en la afición alemana el recuerdo de su apellido.

Del avión a una celda

El viaje, sin embargo, terminó en la aduana del aeropuerto de Fráncfort, cuando la policía migratoria, en el control de pasaportes, encontró el nombre del futbolista en una lista de personas con orden de detención en Alemania. En el momento en el que Placente puso pie en el país que lo lanzó a la fama, perdió su libertad.

“La única información que podemos suministrar es que el señor Diego Placente está confinado en una prisión en Colonia, con una orden de detención preventiva debido a una investigación en curso en esa ciudad en torno a un delito fiscal cometido durante el tiempo que estuvo jugando en Leverkusen”, le dijo a Deutsche Welle el vocero de la fiscalía, Ulrich Bremer.

En otras palabras, Placente es parte de un proceso de evasión de impuestos, el mismo delito por el cual irá a juicio el presidente del Bayern Uli Hoeness. La diferencia es que en el caso del argentino, es poco probable que se le conceda libertad bajo fianza por el riesgo de que abandone Alemania y no regrese al proceso judicial que aún marcha.

Es poco probable que al argentino Diego Placente, que jugó en Leverkusen, le concedan la libertad bajo fianza.Imagen: picture alliance/AP Photo

La libertad está lejos

El exjugador del Leverkusen está preso a pocos kilómetros del que fuera su lugar de trabajo como jugador de la Bundesliga, en la cárcel de Klingelpütz, la más grande de Colonia, que históricamente ha albergado a los criminales más peligrosos de Alemania, entre ellos los terroristas Ulrike Meinhof y Andreas Baader. Placente, que reside en un pabellón especial destinado a las detenciones preventivas, permanecerá privado de la libertad, de acuerdo a las disposiciones legales vigentes, hasta seis meses, prorrogables indefinidamente según el avance del proceso.

“Nuestra información es que él está bien, esperando a ver cómo se desarrolla todo”, reveló en diálogo con la Deutsche Welle el Cónsul de Argentina en Bonn, Eduardo Martire, quien está siguiendo con detenimiento el caso de su connacional. Martire informó que una funcionaria consular se reunió con Diego Placente para verificar su situación personal y garantizar su asistencia jurídica.

El futbolista cuenta ya con un abogado y por ahora sólo le resta esperar, en la cárcel, que se aclare su caso, sobre el cual se sabe poco, con excepción de que la presunta evasión de impuestos no puede estar relacionada con su salario como jugador del Leverkusen, pues el club paga directamente al fisco las deducciones respectivas.

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