Diez años de guerra dejan casi 400.000 muertos en Siria
14 de marzo de 2021
El desglose, realizado por una ONG con informantes en el país, incluye a más de 117.000 civiles, de los cuales 22.000 eran niños.
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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) aseguró este domingo (14.03.2021) que la guerra de Siria, que cumple diez años desde su comienzo, ha dejado al menos 388.652 muertos. La ONG, cuya sede está en Londres pero dispone de una completa red de informantes sobre el terreno, detalló que la mayoría de las bajas son responsabilidad de las fuerzas leales al Ejecutivo de Bashar al Assad.
De las víctimas, 117.388 eran civiles, de los cuales 22.254 eran menores de edad, aseguró Rami Abdel Rahman, director del OSDH. Tras los decesos causados por las tropas sirias, la ONG le atribuye muertes -en orden decreciente- a las facciones opositoras, a la aviación rusa y finalmente a la Fuerza Aérea turca. El anterior reporte, de diciembre de 2020, informaba de 387.000 decesos.
Se trata del menor aumento de muertes desde el comienzo de los combates, en gran medida debido al cese al fuego acordado en el noroeste de Siria y a la pandemia del coronavirus, contra la que se concentraron los esfuerzos de las autoridades. En tanto, las tropas sirias sufrieron 68.308 bajas, sus aliados 52.568, las fuerzas rebeldes 54.779, el Estado Islámico 40.515 y el Organismo de Liberación del Levante, 27.744. Las fuerzas kurdas, por su parte, habrían perdido a 12.878 combatientes.
Miles de muertos en cárceles y desaparecidos
La guerra comenzó el 15 de marzo de 2011, cuando la represión contra las manifestaciones prodemocracia derivó en la formación de milicias que se enfrentaron al Ejército. Actualmente el conflicto implica a varios grupos beligerantes y potencias extranjeras, y estuvo muy marcado por el surgimiento del grupo radical Estado Islámico.
El OSDH documentó también al menos 16.000 muertes en cárceles gubernamentales y centros de detención. No obstante, según la ONG, dicho balance no incluye a unas 88.000 personas que habrían muerto como consecuencia de las torturas en las prisiones del régimen. La entidad asegura que, además, hay unas 200.000 personas desaparecidas.
El gobierno sirio controla actualmente más del 60 por ciento del territorio del país tras una serie de victorias de sus fuerzas, apoyadas por Rusia, obtenidas desde 2015 contra los yihadistas y los rebeldes.
DZC (EFE, AFP)
Idlib, Siria: un desastre humanitario
El ejército sirio, apoyado por Rusia, está bombardeando la región de Idlib, en el norte del país. Los refugiados huyen hacia la frontera turca. La ONU advirtió sobre un inminente "baño de sangre".
Imagen: picture-alliance/AA/E. Hacioglu
En pleno escape
El tráfico es fuerte en las carreteras que se dirigen al norte a través de la región de Idlib, hacia la frontera turca. Los soldados del régimen de Al Assad avanzan desde el sur y el este, asistidos por sus aliados rusos e iraníes. Algunos grupos rebeldes sirios son apoyados por Turquía, que también tiene sus propios soldados en la región. Pero la gente común solo quiere llegar a un lugar seguro.
Imagen: Reuters7K. Ashawi
"El horror se ha multiplicado"
Casi 1 millón de personas han sido desplazadas desde diciembre. Según el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, "el horror se ha multiplicado" en las últimas semanas. Las líneas del frente se están cerrando y están provocando grandes movimientos de personas en solo unos pocos días. Al Assad quiere expulsar a la población civil de Idlib y se moviliza para capturar este último bastión rebelde.
Imagen: Reuters/K. Ashawi
Bombardeada a pedazos
Maaret Al Numan y sus alrededores han sido en particular gravemente afectados por los ataques. La ciudad ha sido bombardeada a pedazos y está prácticamente desierta. La importante carretera M5 pasa por aquí, desde Damasco, a través de Alepo, y hasta la frontera turca. La mayoría de los que huyen intentan llegar a Turquía, pero la frontera está cerrada.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Said
Esperando en la frontera
Alrededor de 100 personas, incluidos 35 niños, murieron en los bombardeos solo en las primeras dos semanas de febrero, según la ONU, que ha denunciado el "desprecio flagrante por la vida y la seguridad de los civiles". La familia de la foto huyó a la frontera turca hace meses. Están viviendo en el campo de refugiados de Kafr Lusin y se aferran a la esperanza de que Turquía los deje entrar.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Medio millón de niños en emergencia
Se estima que alrededor de la mitad de las casi 1 millón de personas que han huido son niños. Del resto, la mayoría son mujeres. No hay suficientes albergues en la frontera turca para todos y muchos refugiados viven en tiendas de campaña. Los campos a menudo se levantan a toda prisa y están muy hacinados. La gente duerme en las puertas y en pedazos de cartón, a veces a temperaturas bajo cero.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Alimento y medicinas escasas
Los que han podido encontrar una tienda de campaña la comparten con hasta una docena de familiares. La medicina se está acabando en muchos de los campamentos, y los alimentos básicos y la ropa también están escaseando. Los médicos informan que muchos niños sufren de malnutrición, algunos incluso mueren de hambre. El frío también está pasando factura: algunas personas se han congelado hasta morir.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Refugio en una escuela
Muchos niños en la región ya no pueden ir a la escuela, por lo que algunos edificios escolares han sido reutilizados. La escuela de la foto fue convertida en un refugio. Incluso los campos de refugiados son a veces blanco de los bombardeos.
Imagen: Getty Images/B. Kara
Tratando de alcanzar la seguridad
La ruta ilegal a través de la frontera con Turquía es costosa y casi nadie puede pagarla. Los contrabandistas están cobrando a las personas hasta 1.800 euros. Los que se atreven a intentarlo arriesgan sus vidas: los guardias fronterizos turcos tienen cámaras térmicas para ayudarlos a detectar las personas que intentan cruzar. Y a veces disparan a los refugiados que intentan escalar el muro.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Buscando dignidad
La ONU ha dicho que la situación en Idlib podría ser el mayor desastre humanitario del siglo XXI. Nadie sabe si habrá o no un alto el fuego. A los refugiados no les importa quién ponga fin a la guerra, solo quieren una vida con seguridad y dignidad para ellos y sus hijos. Una cumbre entre Turquía, Rusia, Francia y Alemania, prevista para el 5 de marzo, está ahora en peligro.