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Dilema ético: el sexo de los bebés

José Ospina Valencia27 de marzo de 2007

En Alemania una empresa desarrolló una técnica para identificar el sexo de fetos de ocho semanas de desarrollo. Un invento que empieza a generar polémica.

"Ventana anónima para bebés" en Hamburgo, usada por madres que prefieren tenerlos y regalarlos, más no abortarlos.Imagen: AP

La empresa colonesa Plasmagen garantiza una información que, a pesar de lo novedosa, no todos quieren saber: la identificación del sexo de un bebé en apenas la octava semana de gestación. Algunos científicos empero, están disgustados con la innovación porque temen que podría convertirse en una especie de camino legal a la “selección de sexo”.

Un instrumento que podría ayudar a elevar no sólo el número de abortos en Alemania, sino que además puede convertirse en otras partes del mundo en medio de selección temprana para abortar más niñas, en sociedades donde se las considera una carga para la familia.

¿Aumentarán los abortos?

En Alemania el aborto es legal dentro de las primeras 12 semanas de gestación, si se realiza tras una consulta médica y bajo la asistencia social. Tras la consulta profesional, la madre, tiene así la última decisión de acuerdo a su situación personal, de si continúa la gestación del futuro niño o la niña o prefiere un aborto.


La Sociedad alemana de Genética Humana ha rechazado vehementemente la nueva técnica y exige incluso su prohibición inmediata. Su argumento: un examen precoz de identificación del sexo en fetos de pocas semanas aumentaría el número de los miles de abortos en Alemania.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas, en este país se registran, desde hace 20 años, más de 300 mil abortos anualmente.


¿Cómo funciona?

El examen detecta material genético del feto presente en la sangre de la madre revelando así la información sobre el sexo del bebé en gestación. El pronóstico en este caso tiene una garantía del 99% de seguridad, dice Florian Funken, de la firma Plasmagen, fabricante del test.

El mencionado examen cuesta 149 euros y lo puede realizar un ginecólogo de confianza. El médico le extrae a la madre dos milímetros de sangre que son enviados al laboratorio de Colonia, donde prometen tener el resultado en dos u ocho días. El laboratorio se comunica entonces con el médico respectivo y le informa el pronóstico.

Hay límites…


Pero tan fácil no lo han querido hacer los investigadores. “Por respeto a la vida que aún no ha sido traída a luz, el laboratorio pide a los médicos no revelar el sexo antes de las doce semanas que prevé la ley alemana para poder abortar legalmente”, dice Funken.

La paciente, por su parte, debe firmar un documento que certifique que no recibe la información como base para una decisión sobre si abortar o no, asegura el director de dicho laboratorio. A pesar de ello, Peter Propping, presidente de la Sociedad Alemana de Genética Humana, considera que la oferta de un examen prenatal de identificación del sexo antes de las 12 semanas de gestación es “una forma sangrienta de selección”.

Propping, especialista en genética humana de la Universidad de Bonn, reconoce empero que “el riesgo de abuso en Alemania no es muy grande”.

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