Dilma Rousseff, volvió hoy a tildar de "inadmisible" el espionaje de gobernantes y ciudadanos por parte de los servicios secretos de EE. UU., luego de que se revelara que esta práctica habría afectado también a la canciller alemana Angela Merkel.

"Este es un proceso inadmisible. El espionaje contra el gobierno brasileño, empresas y ciudadanos brasileños no es admisible, de ninguna manera. Es una práctica que viola gravemente nuestra soberanía, los derechos de nuestros ciudadanos, el secreto de nuestras informaciones estratégicas", expresó la mandataria en entrevista en Belo Horizonte a radios locales.

Rousseff, quien a raíz de las actividades de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en Brasil canceló en septiembre una visita de Estado a Washington programada para octubre, recordó que dejó en claro su posición contraria al espionaje tanto en sus contactos directos con el presidente estadounidense Barack Obama como en el discurso inaugural de la Asamblea General de la ONU.

"El presidente Obama se comprometió a evaluar y a tomar las medidas que correspondan", agregó Rousseff, quien enfatizó que, pese a ello, el gobierno brasileño seguirá tomando "una serie de medidas" para evitar el monitoreo de las comunicaciones en el país.

Al mismo tiempo, pronosticó que "habrá una creciente reacción de los países" contra las prácticas de la NSA, porque cree "que nadie, ninguna nación democrática, admitirá este quiebre de su soberanía y esta violación de los derechos humanos, de los derechos civiles de su población, que es lo que se hace a través de la NSA".

"En esta última semana (...), varios líderes mundiales se manifestaron en forma muy dura. El gobierno francés dijo que elevará esta cuestión a la cumbre de la Unión Europea, la canciller Angela Merkel está también cuestionando en forma muy clara esta violación de su propio celular, ya que dicen que fue violado", recordó.

Según la presidenta brasileña, estas prácticas de la NSA revelan la necesidad de un debate "sobre una eficaz protección de los datos que se transmiten por internet" y la creación de "un marco civil multilateral para gobernanza internacional y el uso de internet".

Rousseff destacó que ello es necesario para "garantizar el derecho a la privacidad de los ciudadanos y de las empresas" y para "impedir que cualquier argumentación de combate al terrorismo -que no corresponde en mi caso, en el caso de Brasil, y creo que tampoco corresponde en el caso de violación del celular de la canciller Angela Merkel- sea usada como una coartada para la guerra cibernética".

PK /dpa, efe