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Dime cómo comes y te diré quién eres

Violeta Campos6 de junio de 2013

Alrededor de un 40 por ciento de nuestros alimentos terminan en la basura. Una campaña de la ONU busca crear conciencia sobre el desperdicio de alimentos a nivel mundial.

Imagen: picture-alliance/dpa

Con motivo del Día Internacional del Medio Ambiente (5.06.2013), la ONU lanzó la campaña “think.eat.save” (piensa.aliméntate.ahorra) para promover una alimentación más sana y sostenible. La comida rápida, el desperdicio excesivo de alimentos, los saborizantes artificiales, el uso de antibióticos en la cría intensiva de animales y los cultivos transgénicos: nuestros hábitos de consumo reflejan nuestro estilo de vida.

En lugar de decir “Dime qué comes y te diré quién eres” bien podríamos decir “Dime cómo comes y te diré quién eres”. ¿Cuántas veces desechamos un alimento el día en que vence la fecha de consumo preferente? Sin embargo, esta fecha solo indica el momento de mayor calidad del producto, y, en realidad, la mayor parte de los alimentos todavía se pueden consumir después de ese día.

La ONU advierte que entre el 30 y el 40 por ciento de nuestros alimentos son desaprovechados. En América Latina, por ejemplo, se desperdician 25 kilos de alimentos per cápita al año. En Europa, los desperdicios de alimentos alcanzan los 89 millones de toneladas al año, lo que equivale a 179 kilos por habitante.

Un 40 por ciento de nuestros alimentos son desaprovechados.Imagen: picture-alliance/dpa

La dimensión de este desperdicio se vuelve aún más dramática si se toman en cuenta las centenas de millones de personas que sufren hambre en el mundo. Además, el 10 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países ricos proceden de la producción de alimentos que nunca serán consumidos.

Para ahorrar tanto comida como dinero, la ONU recomienda, por ejemplo, planificar las comidas y usar listas de compra para evitar compras impulsivas. También anima a consumir frutas y vegetales “feos”, ya que muchos son desperdiciados por su forma, tamaño o color y, finalmente, desechados.

Otra forma de evitar el desperdicio de alimentos es, por ejemplo, congelar productos frescos y la comida sobrante de restaurantes antes de que se estropeen. Asimismo, existen refugios, bancos de alimentos y otras instituciones donde se puede donar comida.

¿Cuánta importancia le dan ustedes a su alimentación? ¿Les da pena pedir que les empaquen los restos de su comida en un restaurante? ¿Tiran muchos alimentos a la basura? ¿Tienen una idea de cuánto dinero tiran por la ventana al desechar esos alimentos? ¿Conocen algún banco de alimentos cerca de su casa donde podrían donar comida? Su opinión sobre el tema nos interesa. Escríbanos contándonos sus experiencias al respecto a feedback.spanish@dw.de.

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