La estrella ascendente de los liberales alemanes dimitió sorpresivamente este miércoles 14 de diciembre en medio de una crisis del partido que cogobierna con los cristianodemócratas liderados por la canciller Angela Merkel.

La dimisión de Christian Lindner, de 32 años, considerado como una de las figuras más prometedoras del partido, y posible delfín del ministro del Exterior, Guido Westerwelle, para dirigir la formación, refleja la profunda crisis en la que se encuentra y la división entre sus filas en torno a la interrogante de si Alemania debería unirse o no al mecanismo europeo de estabilidad financiera (ESM), la política de rescate hacia los países en dificultades de la eurozona, impulsada por Merkel.

“Llega un momento en el que uno tiene que dejar libre su puesto para hacer posible un nuevo dinamismo”, anunció el político en Berlín sin dar más detalles. “Los acontecimientos de los últimos días, así lo demuestran”, dijo Lindner, que fue nombrado hace dos años secretario general y será reemplazado por el vicesecretario de la fracción parlamentaria en el Bundestag, Patrick Döring.

"Perdió los nervios"

“Perdió los nervios”, dijo un miembro del FDP a la agencia Reuters, aludiendo la repentina decisión de Lindner. El político había sido el encargado de organizar un referendo impuesto por un grupo de euroescépticos dentro de las filas liberales.

Molestos con la cúpula que apoya plenamente la política de rescate impulsada por Merkel, un grupo de euroescépticos liderados por el abogado Frank Schaeffler, iniciaron una campaña hace unos meses para recolectar firmas dentro del partido con el objetivo de realizar un referendo.

Los 64.000 miembros del partido fueron convocados a dar su voto sobre si apoyar o no el fondo de rescate. La consulta, cuyos resultados serán publicados esta semana, no se convertirá en una crisis de gobierno para Merkel, pues se prevé que no alcanzará la mayoría necesaria para progresar.

La cúpula del partido logró imponerse y conlleva la política impulsada por la canciller, que considera el fondo de rescate europeo como el medio más adecuado para asegurar la estabilidad del euro a largo plazo. Schäffler y sus seguidores, que creyeron convencer a las bases con sus argumentos, se vieron decepcionados.

Pugna en la cúpula

Lindner, designado para el cargo por el mismo Westerwelle, subrayó que su decisión había sido personal y que ya la había transmitido al líder del partido, el también vicecanciller Philipp Rösler, quien sustituyó este año a Westerwelle en la dirección del partido. La relación entre Rösler y Lindner, de por sí tensa, y se complicó aún más por las críticas de los euroescépticos. Fuentes de la coalición dijero que Lindner quiso distanciarse de Rösler. En las filas de los liberales se especulaba con un despido de Rösler, quien sería sustituido por el veterano líder parlamentario Rainer Bruederle, de 66 años.

La partida de Lindner es el último revés del partido pro- empresarial, cuyo respaldo ha caído en picada y según las últimas encuestas recabaría sólo un 3 por ciento de intención de voto, después de haber conseguido un 15 por ciento en las elecciones de 2009,  lo que aseguró una segunda gestión de Angela Merkel.

Autora: Eva usi

Editor: José Ospina-Valencia