Cada vez son más los miembros del Gobierno que han decidido renunciar, en protesta por los continuos escándalos que han rodeado a Boris Johnson y la negativa de este a marcharse del poder. Brandon Lewis, ministro clave del gabinete de Johnson, dijo el jueves (7.7.2022) que "lamentaba profundamente" tener que dejar el Gobierno, pero que, de un Ejecutivo, se espera "honestidad, integridad y mutuo respeto".

Poco después de conocerse la partida de Lewis, también presentaron la renuncia el secretario de Estado de Seguridad, Damian Hinds, y la secretaria de Estado del Tesoro, Helen Whately. En su carta de dimisión, el ahora exministro para Irlanda del Norte dijo que ha defendido al Gobierno "tanto en público como en privado" pero que "ahora hemos pasado el punto de no retorno".

Cambio de liderazgo

"No puedo sacrificar mi integridad personal para defender las cosas como están. Está claro que nuestro partido, los colegas parlamentarios, los voluntarios y todo el país merecen algo mejor", señaló Lewis en su misiva al primer ministro.

Por su parte, Danian Hinds, el ya exsecretario de Estado de Seguridad, pidió un cambio de liderazgo en el Partido Conservador por el bien del "país y la confianza en nuestra democracia". En cuanto a Helen Whately, exsecretaria de Estado del Tesoro, reconoció que había apoyado las políticas de Johnson, pero que se ha llegado al límite de las disculpas que ha dado el primer ministro al país por los escándalos.

Más presión para que Johnson dimita

A pesar de esta cascada de dimisiones y de que varios ministros trataron de convencerle anoche para que dejase el poder, Boris Johnson se niega a dimitir. Con estas nuevas renuncias, aumenta la presión para que dimita. El influyente Comité 1922, que agrupa a los diputados conservadores sin cartera, prepara una modificación de sus reglas para celebrar otra moción de censura interna contra Johnson, con el fin de forzar su salida.

Johnson argumenta que cuenta con un fuerte apoyo del electorado tras ganar por mayoría en las generales de 2019, pero el sistema político del Reino Unido exige que un líder de un partido puede formar gobierno si cuenta con el apoyo de su grupo parlamentario, algo que claramente se ha erosionado en el último día.

MS (efe/afp)