Publicidad
De repente todo ha cambiado en Aarhus, al menos para los funcionarios municipales. Desde marzo han tenido que renunciar a su pausa de las diez para fumarse un cigarrillo. Y también a la de la una y media. O mejor dicho, a cualquier cigarrillo que se quieran fumar durante la jornada laboral. Las pausas para fumar están prohibidas para los más de 25.000 funcionarios de Aarhus y esto ha creado un gran revuelo. En Aarhus, en Dinamarca y también más allá de las fronteras danesas.