Dinamarca, Italia, Suecia y España: adiós diplomáticos rusos
5 de abril de 2022
Rusia prometió responder a la ola de expulsiones de sus diplomáticos desde países de la Unión Europea (UE). Italia, Dinamarca y Suecia siguen los pasos de Alemania y Francia.
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Dinamarca expulsará del país a quince diplomáticos rusos, a los que acusa de actuar como espías y ser un riesgo para la seguridad nacional, anunció el ministro de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod. Habló de paso "histórico" y recordó que otros países europeos han tomado medidas similares en los últimos días. "No queremos espionaje en suelo danés, por eso serán expulsados de Dinamarca ahora", afirmó.
Condena danesa a Rusia
La decisión de expulsar a los diplomáticos, que según Copenhague son oficiales de inteligencia y deberán abandonar el país en 14 días, le fue comunicada al embajador ruso durante una reunión celebrada este martes (5.04.2022).
El Ejecutivo socialdemócrata danés condenó además en un comunicado la "brutalidad" de Rusia en la guerra contra Ucrania y acusó a Moscú de cometer crímenes contra la humanidad, mencionando expresamente la matanza de civiles en la localidad de Bucha, que Kiev atribuye a las tropas rusas.
Italia, desde Berlín
Por su parte, el ministro de Exteriores italiano, Luigi di Maio, anunció también, desde Berlín, que se ha comunicado la expulsión de 30 diplomáticos de la embajada rusa por ser un riesgo "para la seguridad nacional", siguiendo las decisiones que han tomado otros países europeos.
Di Maio, que se encuentra en Berlín para la conferencia del Grupo de apoyo a Moldavia, anunció que hoy se convocó al embajador ruso en Italia, Sergei Razov, para comunicarle la expulsión de estos 30 diplomáticos considerados "persona non grata" y además, agrego que se produce "en el contexto de la situación actual de crisis consecuente a la injustificada agresión a Ucrania por parte de la Federación de Rusia".
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Suecia y España
También Suecia expulsará a tres diplomáticos rusos, anunció en esta jornada la ministra de Relaciones Exteriores, Ann Linde. "Hoy, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha... decidido deportar a tres diplomáticos rusos cuyo trabajo en Suecia no está de acuerdo con la Convención de Viena", dijo Linde a los periodistas.
Asimismo, el Gobierno español decidió expulsar a 25 diplomáticos y personal de la embajada rusa en Madrid por considerar que representan "una amenaza para la seguridad" de España y como muestra de rechazo de la actuación de las tropas rusas en Ucrania.
El Ministerio de Asuntos Exteriores está ultimando la lista de expulsados, que podrían ser "tal vez algunos más", dijo en rueda de prensa el ministro José Manuel Albares.
Tras Lituania, Alemania y Francia
España, Suecia, Italia y Dinamarca siguen así el ejemplo de Lituania, que ha expulsado al embajador, y de Alemania o Francia , que han expulsado a numerosos diplomáticos rusos, al considerar que su actividad es contraria a los "intereses de seguridad" nacionalesen las últimas horas, aunque Italia no comunicó aún los plazos para que estos funcionarios abandonen el país.
Francia por su parte comunicó la expulsión de "numerosos" diplomáticos de ese país al considerar contraria su actividad a los "intereses de seguridad" nacionales.
Rusia reacciona
"Rusia dará la respuesta correspondiente", dijo a la prensa la portavoz de Exteriores ruso, María Zajárova. El viceministro de Exteriores, Alexandr Grushkó, afirmó a su vez que las expulsiones son una "campaña planificada" y advirtió de que sus consecuencias se percibirán durante mucho tiempo.
rml (efe, reuters, actualizado a las 12:28 CET)
Las relaciones germano-rusas a través de la historia
La historia entre Alemania y Rusia ha estado jalonada por períodos alternos de cooperación diplomática y guerra. DW repasa las relaciones entre dos de las principales potencias europeas durante el último milenio.
Imagen: AP
Convirtiendo a la Rus de Kiev
Tanto Rusia como Ucrania remontan su ascendencia cultural al período de la Rus de Kiev, a inicios de la Edad Media, cuando una unión laxa de pueblos eslavos, bálticos y finlandeses forjaron una identidad común. Los misioneros de los pueblos germánicos que iban a convertirlos decidieron el paso a los diplomáticos. Cuadro del bautismo del príncipe Vladimir, o Volodymyr, en 987, catedral de Kiev.
Rusia estuvo a fines de la Edad Media bajo dominio mongol, pero continuó un activo comercio con las ciudades hanseáticas alemanas. El período empezó con la victoria sobre los caballeros teutónicos en la llamada Batalla del Hielo, sobre el helado lago Peipus en 1242. El cineasta Serguéi Eisenstein la llevó a la gran pantalla como una epopeya patriótica rusa justo antes de la Segunda Guerra Mundial.
Imagen: Nikolai Marochkin/Tass/dpa/picture-alliance
La emperatriz 'alemana' de Rusia
Nacida en Szczecin, ahora en Polonia pero entonces perteneciente a Prusia (uno de los principales reinos de Alemania), Catalina la Grande accedió al trono ruso en 1762, tras el derrocamiento de su marido, también nacido en Alemania. Su reinado se enmarcó en la Ilustración rusa, cuyos ideales de libertad y razón abrazó. Sin embargo, no los hizo extensivos a Polonia, país que se repartió con Prusia.
Imagen: akg-images/picture-alliance
Alianza contra Napoleón
Como hicieron también otras monarquías coloniales de Europa, Prusia y Rusia se unieron frente al enemigo común de la Francia revolucionaria y a las campañas militares de Napoleón Bonaparte. La alianza se selló en la Convención de Tauroggen, en 1812, entre un general prusiano y un general nacido en Alemania del Ejército Imperial Ruso, en el que servían también muchos soldados prusianos.
Imagen: akg-images/picture-alliance
Conflicto entre primos: la Primera Guerra Mundial
En 1913, el Káiser Wilhelm II (derecha) invitó a su primo, el zar Nicolás II, a Berlín para la boda de su hija. Un año más tarde, los dos países estaban en guerra, y cuatro años más tarde, ambos habían perdido sus tronos, con Nicolás ejecutado en 1918. En ambos bandos murieron millones de personas. Y los dos países se sintieron agraviados por los términos impuestos por los aliados occidentales.
Imagen: akg-images/picture-alliance
Pacto Hitler-Stalin: Segunda Guerra Mundial
Adolf Hitler y Joseph Stalin (derecha) llegaron a un pacto de no agresión que firmaron en agosto de 1939 sus ministros de Exteriores, Ribbentrop (izquierda) y Vyacheslav Molotov, respectivamente. Al mes siguiente, ambos países invadieron Polonia. Alemania rompió el pacto en 1941 con la invasión de la Unión Soviética. Casi 14 millones de rusos y 6,8 mill. de ucranianos murieron durante la guerra.
Imagen: picture-alliance/akg-images
El beso de la muerte
Tras la guerra, Alemania Oriental cayó bajo la influencia de la URSS, una alianza que encontró su más icónica imagen en el "fraternal beso socialista" entre el líder de la República Democrática Alemana, Erich Honecker, y el presidente soviético, Leonid Brezhnev, en 1979. Los alemanes del este crecieron aprendiendo ruso y, todavía hoy, muestran más simpatías por Putin que los alemanes occidentales.
Imagen: Herbert Berger/imageBROKER/picture alliance
La 'Ostpolitik' de Willy Brandt
El canciller Willy Brandt trató de normalizar las relaciones con las naciones comunistas durante su mandato (1969-1974) un acercamiento que se conoció como "Ostpolitik" ('política del este'). En 1970, Brandt firmó el Tratado de Moscú junto al primer ministro ruso, Alexei Kosygin. Reconocía formalmente a Alemania Oriental y abandonaba temporalmente el objetivo de la reunificación a cambio de paz.
Imagen: picture-alliance/dpa
¿Amigos por fin?
"¡Gorbi, Gorbi!" fue el festivo titular del tabloide alemán Bild, el periódico de mayor circulación en Alemania, en junio de 1989, cuando el líder soviético Mikhail Gorbachov vino de visita a Berlín. Para los alemanes fue, y sigue siendo, el héroe que hizo posible la reunificación pacífica del país.
Imagen: AP
¿Transformación a través del comercio?
Los lazos germano-rusos se estrecharon a lo largo de los años posteriores a la Unión Soviética durante los años de Gerhard Schröder y Angela Merkel en la Cancillería, con la esperanza de que la profundización de las relaciones comerciales acercara a los dos países y suavizara a Putin. Schröder inició el gasoducto Nord Stream, que, para muchos, hizo que Alemania dependa demasiado del gas ruso.