Morten Storm, haciéndose llamar Murad, recorrió las mezquitas de toda Europa predicando la Guerra Santa. En 2006, la vida del danés volvió a dar un vuelco. Sumido en una crisis de fe, empezó a trabajar como espía para los servicios secretos daneses, PET. Gracias a sus informaciones, la CIA logró acabar con el terrorista Anwar al-Awlaki hace cuatro años en un ataque con drones. Ahora, Morten Storm vive oculto por las amenazas de muerte de sus antiguos correligionarios.