La prosperidad a nivel global se sitúa hoy en su nivel más alto en los últimos diez años, con Dinamarca a la cabeza, en 148 países de 167 que durante ese periodo registraron cotas más altas, impulsados por economías más abiertas y mejores condiciones de vida.
El dato se desprende del llamado Índice de Prosperidad del Instituto Legatum 2019, publicado este lunes (25.11.2019) en Londres, que explica que el aumento ha sido motivado por factores como el hecho de que las economías sean ahora más abiertas y experimenten mejoras en las condiciones de salud y educación.
No obstante, esos niveles podrían ser aún superiores si no fuera porque quedan frenados por libertades personales "más debilitadas" y el "deterioro" de los gobiernos, según explicó el Instituto en un comunicado.
Pese a que la prosperidad global sigue mejorando, la distancia entre los países más fuertes y los más débiles continúa ampliándose.
Dinamarca, Noruega, Suiza, Suecia, Finlandia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Alemania, Luxemburgo e Islandia son los diez países más prósperos, mientras que Sudán del Sur, Yemen, República Centroafricana, Chad, Afganistán, República Democrática del Congo, Somalia, Eritrea, Burundi y Sudán son los diez con los peores niveles globales.
De acuerdo con ese índice, las economías son más abiertas por las mejoras en los entornos de inversión y la conectividad digital, así como por la reducción en las cargas administrativas.
Otro hallazgo apunta a que las personas son ahora más tolerantes globalmente, pero hay menos libertad para hablar, asociarse y reunirse. Según el mismo informe, en la última década, todas las regiones del mundo han experimentado ascensos positivos, dándose el mayor cambio en Asia Pacífico. (efe)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube
Hochmosel: el segundo puente más alto de Alemania está terminado
En el pintoresco valle del Mosela, un nuevo puente conecta los países del Benelux con Alemania. Este proyecto está listo tras ocho años de construcción. El fin de semana, miles de peatones celebraron su inauguración.
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Frey
Hochmosel: un puente al cielo
El Hochmosel tiene 1,7 kilómetros de largo y 160 metros de altura. Su construcción tomó ocho años. Si bien la apertura estaba prevista para 2015, la burocracia provocó retrasos. Después del Kochertal (185 metros), este es el segundo puente más grande de Alemania y actualmente el mayor proyecto de construcción de puentes de Europa.
Imagen: Imago Images
Una caminata en la neblina
Hasta el fin de semana pasado, el puente permitía el paso exclusivo de peatones. Miles de personas asistieron a su inauguración para atravesar el Mosela. Incluso salió el sol unas horas más tarde. El jueves, el viaducto estará abierto al tráfico. Se esperan 25.000 vehículos al día.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Tittel
Un puente sobre aguas turbulentas
La construcción del Hochmosel fue controvertida. Para críticos como Georg Laska, el puente dañó un paisaje idílico. El aumento de precios también fue noticia. El costo del proyecto asciende a al menos 483 millones de euros, de los cuales el puente representa alrededor de 175 millones de euros.
Imagen: privat
Región vitivinícola
Ürzig, en el valle del Mosela, muestra una hermosa panorámica. La región es conocida por la viticultura, sus rutas de senderismo, castillos y mitos. Aquí también se rodó una serie de televisión llamada "Moselbrück" (Puente del Mosela). ¡Un nombre profético!
Imagen: imago/Chromorange
Puente en construcción
Al principio solo se veían columnas de hormigón. Luego se ensambló una superestructura de acero sobre 82 secciones diferentes. Los planos para la construcción ya existían en la década de 1960; sin embargo, el proyecto fue rechazado por su alto costo.
Imagen: picture-alliance/dpa/T.Frey
Cruce de fronteras
El puente Hochmosel conecta las ciudades de Ürzig y Rachtig y, más adelante, el Eifel con el Hunsrück. Como parte de la carretera federal 50, el puente también proporciona un enlace directo entre los países del Benelux y la región del Rin-Meno. El proyecto de construcción tiene un sello europeo, pues participaron empresas constructoras alemanas y francesas.