Dinamita argentina
23 de septiembre de 2003La propuesta argentina dada a conocer en la ciudad árabe de Dubai en el marco de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional corrió como pólvora e hizo estallar el enojo de millones de acreedores privados que se enteraron de boca del secretario de Finanzas argentino, Guillermo Nielsen, del duro plan de reducción de deuda Argentina. Esta propuesta prevé un recorte general del 75% de la deuda de 94.300 millones de dólares. Se trata del mayor pedido de reducción de capital hecho en muchas décadas. Poco razonable, fue uno de los calificativos más favorables. No resulta difícil imaginarse que la mayor parte de los acreedores ha rechazado la propuesta.
Alemania dice 'no'
En Alemania, donde se concentra el 5,1% de los acreedores, los bancos rechazaron categóricamente la propuesta en una primera reacción. Manfred Weber, el director general de la Asociación Alemana de Bancos, criticó la falta de maniobra que esta propuesta agresiva deja a los acreedores. Pero la crítica de Weber se hace extensiva al Fondo Monetario Internacional (FMI).
La deuda pública argentina se encuentra en un 38,4% en manos argentinas, 15,6% en manos italianas, 10,3% en manos suizas y un 9,1% está en Estados Unidos, mientras que los inversores japoneses cuentan con un 3,1%. Según cálculos extraoficiales son medio millón de argentinos, 400.000 italianos, unos 50.000 alemanes los que cuentan con bonos de deuda argentina.
Stefan Engelsberger, presidente de la Asociación de Tenedores de Bonos Argentinos en Alemania, IGA, indicó que es poco realista la propuesta y explicó que los acreedores alemanes mantendrán su demanda legal y lucharán por sus derechos. En los últimos meses decenas de acreedores se presentaron ante la justicia en distintos países del mundo exigiendo que Argentina les devuelva el 100% del dinero que habían invertido en instrumentos de deuda del país latinoamericano.
Un camino dudoso
El estudio de la propuesta se hará en grupos de trabajo integrados por acreedores y representantes del Gobierno todavía en el mes de octubre. Algunos especialistas indican que el gobierno argentino ha lanzado el ofrecimiento del 75% de anulación de deuda premeditadamente para que las negociaciones se alarguen, al ser rechazadas inicialmente. Resulta difícil creer que los tenedores de bonos en Milán, Tokio, Zurich, Nueva York y Fráncfort asuman una oferta tan desventajosa.
El jefe del gabinete del gobierno argentino, Alberto Fernández, indica con contundencia que 'resultaría escandaloso prometer un pago que no se va a cumplir'. Aun así es de dudarse que los acreedores se den por bien servidos recuperando por lo menos un poco del monto prestado. Argentina tiene una deuda externa por 180.000 millones de dólares, de los cuales 95.000 millones están en manos privadas. Para enfrentar el elevado nivel de pago de servicios de deuda tendrá que apelar a préstamos en el mercado voluntario. Cabe preguntarse si esta es la manera ideal de sacar al país la pesada carga.