La ciudad alemana de Erfurt se ha convertido por estos días en el Olimpo de los cocineros. Equipos de 36 países, más de 1100 chefs de cocina y pasteleros de todo el mundo, demostrarán hasta el próximo 20 de octubre sus cualidades en diversas disciplinas y presentarán las nuevas tendencias culinarias en las "XXI Olimpiadas de los Cocineros".

Se trata de uno de los cinco concursos culinarios internacionales más importantes y el más antiguo de Alemania. Su nombre original es “Exposición Internacional de Artes Culinarias” y se realiza desde hace 104 años cada cuatro años. Tan sólo durante las dos guerras mundiales se interrumpió esta vieja tradición.

A sus ollas, listos, fuera

En esta ocasión 77 equipos nacionales y 57 regionales participan en el marco de la Feria de Gastronomía Inoga. No sólo los equipos de restaurantes de 5 estrellas, sino también equipos de cantinas militares, de hospitales o incluso de instituciones privadas compiten. Todos ellos quieren demostrar que no sólo en los restaurantes de haute cousine se puede comer como Dios en Francia. Han venido de todos los países desde Australia, Finlandia, Israel, Japón, Canadá, la República Checa, hasta Sudáfrica y Bahamas. También los suecos están presentes pues deben defender el título ganado hace cuatro años.

Cerca de 25.000 visitantes podrán observarlos y probar sus suculentos paltillos. Las cocinas están puestas en pabellones de cristal así que no habrá manera de cuidar secretos. Los equipos tienen que presentar en el menor tiempo posible menús completos para 110 personas. Los visitantes podrán degustar, por un pequeño donativo, desde langosta en salsa de hojas de salvia hasta una rica crema de jengibre.

“Back to the roots”

En esta Olimpiada se registra literalmente un regreso a las raíces. Mientas más sencillos los ingredientes tanto más debe saber el cocinero. Los cocineros podrán comparar sus conocimientos e ingenio. Un buen equipo se prepara cerca de un año para la Olimpiada. Hasta el último minuto se entrenan para no dejar nada a la suerte. Casi el 60 por ciento de los ingredientes los traen de sus países de origen.

Este concurso culinario es también un trampolín para los jóvenes cocineros. Entre los rubros de competencia hay uno para nuevos talentos. Cerca de 16 equipos de jóvenes cocineros competirán en esta ocasión. En esta área serán los alemanes los que tratarán de defender la medalla ganada hace cuatro años. El jueves 21 de octubre se dará a conocer quién se lleva la corona blanca.