La suerte no está acompañando al presidente estadounidense en su campaña electoral. A los diversos traspiés políticos que ha venido sufriendo se suma ahora otra mala noticia en el terreno de las relaciones públicas. Precisamente el director de una película de monumental patriotismo como Independence Day, Roland Emmerich, declaró que preferiría ver a Bush fuera del gobierno. La explicación que dio es simple: "El presidente Bush niega que se esté produciendo un calentamiento de la tierra y eso es algo que no entiendo", indicó este miércoles en Berlín, añadiendo: "Espero los estadounidenses sean más sensatos en las próximas elecciones y voten por el demócrata John Kerry."

The Day After Tomorrow

Emmerich, el cineasta alemán que ha hecho carrera en Hollywood, no se ha destacado hasta la fecha por una postura política crítica. Filmes como Godzila o el propio Independence Day llamaron la atención del gran público por sus aparatosos efectos especiales, pero no por su contenido. Su nueva película, The Day After Tomorrow, tiene un matiz diferente. Al igual que las anteriores promete imágenes espectaculares y presenta a la nación norteamericana enfrentada con un peligro mayúsculo. Pero la amenaza no proviene ya de un monstruo o de seres extraterrestres, sino de la propia naturaleza.

Una catástrofe ecológica con dimensiones de hecatombe se cierne sobre Estados Unidos en esta cinta, en la que el cambio climático termina por sumir a las grandes metrópolis del país en una nueva edad del hielo. A la estatua de la Libertad le llega literalmente el agua al cuello en esta película, que voluntaria o involuntariamente obliga a reflexionar sobre el más apremiante problema planetario. "La amenaza de un cambio climático es el único problema global suficientemente grande como para obligar a todos los países del mundo a dejar de pelear y a trabajar unidos para salvar el planeta", opina Emmerich en la página web dedicada a la película.

De ficción a documental

El director de The Day After Tomorrow, un proyecto con un presupuesto de 100 millones de dólares, explica que en realidad él y su equipo se habían propuesto hacer una película de ciencia ficción. Sin embargo, durante el rodaje alguien pronunció una frase que lo dice todo: "Si no nos apuramos, terminaremos haciendo un documental".

Los expertos en materia medioambiental han terciado también en la discusión en torno al tema de la película. Por ejemplo, el director de la sección de Clima y Medio Ambiente del Servicio de Meteorológica alemán, Volker Vent-Schmidt, indicó que los cambios climáticos determinarán nuestra vida en el futuro. En esta institución se calcula que de aquí al año 2100, la temperatura promedio subirá unos tres grados en Alemania. Y ése es sólo un ejemplo de lo que le espera a la tierra, si no se pone freno a la contaminación ambiental. Un tema que no todos están dispuestos a tomar con la debida seriedad. Emerich, en todo caso, está convencido de que, tras el estreno de su nuevo película, no lo "invitarán a tomar el té en la Casa Blanca".