La fundación de nuevas empresas es un indicador importante de la dinámica y la regeneración de una economía. La fundaciones significan nuevos puestos de trabajo, logran el cambio estructural necesario y mantienen la capacidad competitiva de la economía interna.

Desde hace cinco años, el grupo bancario KfW publica anualmente el Monitor de Fundaciones, que contiene las estadísticas alemanas en el campo de la fundación de empresas, con información básica sobre economía, política y ciencia, incluyendo empresas menores, empresas como actividad conómica secundaria y empresas sin registro obligatorio, hasta las más pequeñas.

No nos desmoralicemos por los porcentajes

El análisis del Monitor de Fundaciones de 2005 dice que en 2004 se fundaron 1,4 millones de empresas. Parece mucho; sin embargo, son unas 200 mil menos que en 2003.

En la presentación, el jefe de KfW-Bankengruppe, Norbert Irsch, recalcó que la merma mayor fue en las empresas como actividad económica secundaria. En 2003, se fundaron 760.000 empresas, lo que significa una disminución del 20% con respecto del año anterior. En este sector, las cuotas oscilan fuertemente y, desde hace 4 años, bajan continuamente.

Las empresas a tiempo completo se mantuvieron en la cantidad de 670.000 del año anterior. La cuota de fundadores con respecto al número de habitantes fue de 2,3% en 2003 y de 2% en 2004.

Trabajo independiente y desempleo

La iniciativa de fundar una empresa tiene motivaciones diferentes: algunos tienen grandes ideas que desean llevar a la práctica; otros operan presionados por la tensa situación en el mercado del trabajo. Irsch dice que un tercio del total de los fundadores de empresas proviene del desempleo, algo más que el año anterior. De los fundadores de empresas como actividad económica principal, la mitad proviene de la desocupación.

Esta relación entre el desempleo y la fundación de empresas se aclara más aún si comparamos las fundaciones en el Este y el Oeste alemán: en los estados del Este, casi el 55% de fundadores eran desempleados; en el Oeste, un 25%.

Por otro lado, Irsch señala otras dos tendencias notables: la fundación de microempresas, alrededor del 60%, (10% más que el año anterior) cuyos fundadores necesitan menos de 5.000 euros; y muchos fundadores que no necesitan ningún apoyo financiero: 26% en 2003 y 32% en 2004.

No todos los creadores de empresas vienen sólo del desempleo: en una encuesta, el 90% de ellos afirmó haber tomado la decisión inspirados tanto por las posibilidades que se les abren como por la necesidad.

A pesar de las estadísticas, Irsch considera que Alemania sigue siendo un país de fundadores de empresas, con mucha gente llena de ideas y con la valentía necesaria para arriesgarse al trabajo independiente.