Este martes en Egipto no se publicaron al menos once diarios, y los periodistas se unieron a miles de manifestantes que se movilizaron en las callesde El Cairo. En la céntrica Plaza Tahrir se concentraron en la tarde  miles de personas para hacer público su rechazo bajo el lema "Última advertencia". Los manifestantes tomaron luego el camino hacia el palacio presidencial, que estaba ampliamente acordonado por fuerzas policiales. Mientras tanto, los Hermanos Musulmanes advertían acerca de brotes de violencia.

Varios partidos liberales y de izquierda habían convocado a sus seguidores a sumarse a la masiva protesta, junto a grupos revolucionarios. Tenían previsto confluir en diversas filas sobre el barrio residencial de Heliopolis, donde se encuentra la sede presidencial en el Palacio Ittihadiya. Hasta esta tarde la manifestación transcurría pacíficamente.

 

Protesta de medios independientes y líderes opositores

La web en inglés del diario independiente "Al Masry al Youm" estuvo completamente en negro en forma periódica, en protesta contra las muestras de autoritarismo del presidente. El partido de los Hermanos Musulmanes, "Libertad y Justicia", llamó a los manifestantes a mantener la calma. Los líderes de la oposición, como el Premio Nobel de la Paz Mohammed Baradei y el político Hamdien Sabahi, son personalmente responsables, subrayaron los islamistas.

Durante las acciones de los Hermanos Musulmanes realizadas el fin de semana tampoco se registraron hechos de violencia, destacaron. El diario "Al Sharq Al Awsat" reportó entretanto, citando al entorno de Mursi, que el presidente encabezó una serie de deliberaciones con políticos egipcios sobre la actual crisis, aunque no hubo destacados activistas opositores.

"El presidente abrió la puerta para un diálogo, pero hasta ahora nadie respondió", se indicó. El portavoz de Mursi, Yasser Ali, informó a través de su página de Facebook que junto con varios miembros del gabinete se estuvieron realizando preparativos para el referéndum constitucional. Está previsto que el 15 de diciembre se vote sobre la nueva Constitución. La Asamblea Constituyente -compuesta en su gran mayoría por islamistas- aprobó el borrador de Constitución y Mursi convocó el referéndum.

El proyecto constitucional es muy criticado por liberales y cristianos, que temen que en Egipto se imponga una estricta interpretación de la ley islámica, la sharia. De hecho, estos grupos abandonaron la Asamblea Constituyente al considerar que no se estaban tomando en cuenta sus propuestas. La más reciente crisis fue desatada previamente por un polémico decreto constitucional de Mursi, que amplió fuertemente sus poderes a costa del Poder Judicial.

Fuente: dpa

Editora: Cristina Papaleo