Disturbios en Saint Louis tras la absolución a un policía
16 de septiembre de 2017
La Guardia Nacional había sido desplegada en previsión de enfrentamientos como los que en 2014 dieron lugar en el cercano Ferguson al movimiento 'black lives matter'.
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Cientos de manifestantes se congregaron en las calles de St. Louis el viernes (15.09.2017) para protestar por la absolución por parte de un juez de Missouri de un policía que mató en 2011 a un sospechoso de raza negra. Algunos protagonizaron enfrentamientos con la policía con piedras y botellas, hiriendo a dos agentes, uno de ellos grave, alcanzados por sendos ladrillos.
Las protestas, sin embargo, fueron en general pacíficas, sobre todo hasta que llegó la noche, cuando la mayoría de los manifestantes se retiraron y que quedaron grupúsculos de "agitadores", como los calificó la policía.
Esta, que utilizó gases lacrimógenos para dispersar la protesta, informó de haber efectuado al menos 13 arrestos. "Esta violencia no será tolerada", dijo el gobernador de Missouri, Eric Greitens, en Twitter. Un grupo de manifestantes intentó bloquear la autopista Interestatal 40 la policía lo impidió. Otro grupo bloqueó una intersección sentándose en la calle durante seis minutos de silencio.
Absuelto a pesar de las sospechas
Cinco semanas después de la conclusión de un juicio sin jurado, el juez encontró al expolicía de la ciudad Jason Stockley, de 36 años, no culpable de asesinato en primer grado en la muerte de Anthony Lamar Smith, de 24 años. Smith fue baleado cinco veces en su auto después de intentar huir de Stockley y su pareja el 20 de diciembre de 2011, luego de un presunto delito de drogas, dijeron las autoridades.
Durante la persecución, se escuchó a Stockley decir en un vídeo interno de la policía que iba a matar a Smith, dijeron los fiscales. Alcanzaron el vehículo de este y Stockley abrió fuego con su arma, según adujeron sus abogados, pensando que estaba armado. En el coche fue encontrada una pistola, pero que resultó tener sólo el ADN del policía, por lo que la fiscalía esgrimió que él la colocó como una pista falsa.
En su fallo, el juez Timothy Wilson dijo que dudaba de que la pistola fuera colocada por el agente: "el tribunal observa, basándose en sus casi treinta años en el banquillo, que un traficante local de heroína que no posea un arma de fuego representaría una anomalía".
LGC (Reuters/AP)
Hamburgo, escenario de una batalla campal (07.2017)
La violencia se ha apoderado de distintos barrios de la ciudad alemana de Hamburgo, donde las protestas contra el G20 se han convertido, por momentos, en verdaderos actos de vandalismo.
Imagen: Reuters/H. Hanschke
Policías por montones
Casi 20 mil agentes de la Policía se desplegaron en Hamburgo durante la realización de la cumbre del G20. Como vemos, algunos de ellos estaban fuertemente armados. Sus tareas no se remitieron a resguardar la seguridad de los importantes invitados, sino también a enfrentar las manifestaciones y controlar los desmanes que se desataron en el curso de las últimas jornadas.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Marks
Batallas campales
Aunque no todas las protestas fueron violentas, sí hubo varias que se vieron superadas por los excesos de grupos violentistas y transformaron la ciudad en campo de combate. Las autoridades esperaban estos escenarios, aunque este sábado 8 de julio la policía reconoció "niveles nunca antes vistos" de violencia. Al menos 213 agentes resultaron heridos, algunos de ellos con lesiones graves.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schrader
Barricadas y gases
Los enfrentamientos entre grupos antiglobalización y las fuerzas de seguridad se sucedieron en distintos sectores de la ciudad, y prácticamente a toda hora. Los choques más duros fueron protagonizados por el llamado "bloque negro", un grupo antisistema cuyos miembros van encapuchados. La Policía les exigía dejar al descubierto su identidad, lo que daba pie a disputas.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS/O. Messinger
Una ciudad que sufre
Nadie sabe qué culpa purgó este paradero de buses, pero fue víctima de la violencia de los enfrentamientos, así como numerosas vitrinas, cajeros automáticos, máquinas expendedoras de boletos de transporte, señalización y toda clase de mobiliario urbano que ahora debe ser repuesto. Los más perjudicados con estos destrozos son los vecinos de Hamburgo.
Imagen: DW
Violencia nocturna
Bicicletas que tenían la mala fortuna de estar estacionadas en la calle, señales de tránsito y prácticamente cualquier cosa que estuviera al alcance de la mano servía para montar barricadas que dificultaran la acción de la policía. Las autoridades reportaron decenas de vehículos quemados y 63 detenciones solamente en la madrugada del sábado.
Imagen: Reuters/H. Hanschke
Fuego en Hamburgo
Las barricadas terminaron convertidas en enormes llamaradas, mientras grupos violentistas lanzaban piedras, trozos de madera, petardos y otros fuegos de artificio a las fuerzas de seguridad. En el barrio de Schanzenviertel se vivieron escenas de violencia inusitada. Entre los lesionados hay un policía al que le reventó un petardo en la cara y que podría perder la visión de un ojo.
Imagen: Reuters/F. Bensch
Destrucción y saqueos
En la calle Schulterblatt, conocida por sus cafés, restaurantes y tiendas de ropa, un supermercado Rewe fue saqueado y destruido por decenas de exaltados. La policía se vio obligada a desplegar grupos antidisturbios para controlar una situación que estaba escapando de sus manos. Helicópteros apoyaron desde el aire. Pocas veces Hamburgo había visto escenas de este tipo.
Imagen: Getty Images/AFP/O. Andersen
¿Qué tiene que ver esto con el G20?
No solo el supermercado Rewe sufrió la ira de los encapuchados. La droguería Budnikowsky fue destruida y arrasada por grupos que también golpearon a vecinos y a personal médico de las ambulancias que llegaban al lugar. El periódico Die Welt habló de una "absurda mezcla entre guerra civil y happening" y de agentes diciendo que esto "es una guerra".
Imagen: Reuters/P. Kopczynski
Malestar policial
El jefe en Hamburgo del sindicato policial, Jan Reinicke, criticó lo sucedido: "La situación ha exigido a la policía hasta el extremo", dijo el dirigente, según recoge el semanario Der Spiegel. "La política es la única responsable de la enorme cantidad de agentes heridos y de la destrucción de la ciudad", agregó. Para él está claro que "Hamburgo nunca debió ser sede de la cumbre del G20".
Imagen: DW/J. Witt
A limpiar este caos
Las primeras luces del día dejaron en evidencia la magnitud de los destrozos. La situación es tan grave que llegó al campo político, donde la Unión Cristiano Demócrata (CDU) acusó al alcalde de Hamburgo, el socialdemócrata Olaf Scholz, de haber subestimado la capacidad de acción de los violentistas. La Policía, en tanto, realiza una búsqueda casa por casa de miembros de grupos ultraizquierdistas.