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Divorcios aumentan si una de las partes sufre cáncer que afecte la intimidad

27 de septiembre de 2007

El riesgo de divorcio se incrementa si uno de los miembros de la pareja sufre cáncer de testículos o de cuello de útero, aunque otros tipos de tumores no tienen efecto sobre la continuidad de la relación, dijeron investigadores noruegos.

Ante la mayoría de las formas de cáncer, el esposo o esposa sano apoya a su pareja durante la enfermedad, según el estudio presentado en la Conferencia Europea del Cáncer en Barcelona.

La investigación comparó las tasas de divorcio de 215.000 sobrevivientes de cáncer con las de otras parejas sin enfermedad, durante un periodo de 17 años. El cáncer de testículos y el de cuello de útero parecieron llevar a una mayor posibilidad de ruptura matrimonial, indicó el estudio.

Las mujeres con cáncer cervical o de cuello de útero tenían casi un 70 por ciento más de riesgo de divorcio a los 20 años, nivel que cayó al 19 por ciento a los 60 años. Para los cánceres de testículo, la tasa de divorcio era del 34 por ciento a los 20 años y del 16 por ciento a los 60, añadieron los expertos.

La razón podría ser que ambas enfermedades afectan la intimidad y provocan una disminución en la actividad sexual, dijo Astri Syse, del Registro de Cáncer de Noruega, quien lideró el trabajo. Asimismo, el virus que provoca el cáncer de cuello de útero a menudo se transmite por contacto sexual y eso podría despertar sospechas de infidelidad.

La edad sería otro factor influyente, dado que ambos tipos de cáncer suelen afectar a las personas cuando son más jóvenes y no han forjado lazos fuertes, dijo Syse.

"Los problemas sexuales o el debilitamiento de las recompensas emocionales de la unión son particularmente devastadores al principio de una relación y (...) la carga de cuidar a alguien es más difícil de aceptar a una edad en la que la enfermedad no se espera", añadió la experta.

El estudio halló que el divorcio es menos frecuente cuando el tumor se ha extendido o cuando se trata de tipos de cáncer que tienen mal pronóstico. Esto podría deberse a que dejar a una pareja enferma está mal visto socialmente o a que una muerte inminente haría innecesario el divorcio, dijo Syse. Agencias

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