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DIY: la tecnología como creación interactiva

Chiponda Chimbelu/Andrés Villegas20 de noviembre de 2012

La comunidad de los "creadores" construye artefactos en casa usando mini-computadoras. Su crecimiento está influyendo la forma como las pesonas conciben el diseño e interactúan con los productos.

Matthias Rosenthal, diseñador de software.
Matthias Rosenthal, diseñador de software.Imagen: Chipondu Chimbelu

Matthias Rosenthal trabaja en una agencia interactiva en Colonia, Alemania, para la cual desarrolla aplicaciones.

Desde 2009, el joven de 28 años ha trabajado también como maker, un programador físico que utiliza una unidad central de procesamiento (CPU) habilitada a distancia para crear aparatos.

Ser un creador requiere muchos conocimientos de tecnología y programación, pero no es algo solo para nerds.

"Quienes hacemos esto no somos los típicos nerds. Mis amigos y yo también salimos, hacemos deporte y practicamos el snowboard.", le contó Rosenthal a la Deutsche Welle.

A estos creadores les gusta compartir sus inventos con sus colegas en talleres o a través de comunidades virtuales.

En desarrollo de uno de sus proyectos, Matthias publicó en la web un video de una cámara interactiva manejada a control remoto que él mismo había construido.

Rosenthal emplea tecnología Arduino para controlar su robot.Imagen: Chipondu Chimbelu

Empleando los sensores de un teléfono Android y un ordenador, su invento permite que la cámara del teléfono inteligente siga los movimientos de cualquier objeto enfrente de ella. Y además puede dirigir su creación a distancia.

“Me gusta hacerlo para mí”, dice Rosenthal. Y añade: “Pero también es bueno conocer la opinión de otras personas.”

Hazlo tu mismo

Mientras que los micro-controladores se hacen más asequibles, para personas como Rosenthal se hace más fácil construir artefactos en casa, de manera independiente y con la colaboración de su comunidad especializada.

Uno de los micro-controladores más populares es el Arduino, un mini-ordenador que cuesta unos 16 dólares, alrededor de 12 Euros.

Arduino es un proyecto de software libre creado por dos ingenieros, el italiano Massimo Banzi y el español David Cuartielles.

La comunidad Arduino les permite a sus usuarios intercambiar y compartir información.

Roshental afirma que es importante tener acceso a otras personas para poder encontrar soluciones a los problemas que van surgiendo en el proceso de diseño y creación.

Arduino se convirtió esencialmente en una plataforma sobre la cual otras personas empezaron a construir”, dijo su cofundador Massimo Banzi en una conferencia reciente de TEDx en Berlín.

Banzi se refirió a un helicóptero operado a larga distancia creado por un grupo llamado Drones DIY y pronosticó que algún día, helicópteros que funcionan con la tecnología Arduino, o Arducópteros, permitirán distribuir medicinas en regiones alejadas en África.

Chris Anderson es el fundador de Drones DIY. Anderson dice que el movimiento de makers ha hecho posible el desarrollo de productos que, de otra manera, nunca hubieran salido al mercado.

La tecnología en los robots de Rosenthal es similar a la utilizada en "El cuarto lluvioso", en Londres.Imagen: Felix Clay, Random International

“La innovación tiene lugar en público con las comunidades, con el productor y consumidor siendo casi la misma persona”, asegura Anderson.

El fundador de Drones DIY dimitió recientemente de su cargo como editor en jefe de la publicación especializada Wired Magazine para administrar una iniciativa de creación de robots.

Todo gira en torno a la interacción

Las personas que trabajan con micro-controladores y mini-computadoras tienen interés y encuentran su inspiración en la interacción con los usuarios.

Hanners Koch es uno de los diseñadores responsables de la última instalación de la galería de arte londinense Barbican, El cuarto lluvioso.

Empleando un procesador para controlar las bombas de agua, sensores y cámaras, los diseñadores crearon una habitación en la cual llueve y a través de la cual los visitantes pueden caminar sin mojarse.

“Nuestro objetivo es crear ese tipo de experiencias, de manera que podamos disfrutar de las reacciones de la gente y al mismo tiempo aprender de ellas.”, afirma Koch.

El diseñador indica además que la narrativa social que se desarrolla alrededor de una instalación como El cuarto lluvioso, puede ser más interesante que la instalación misma.

Esa narrativa social es indispensable para unir al consumidor y al productor, así como para obtener apoyo del público. Ello puede crear interés por un producto, incluso antes de que éste salga al mercado.