Accidente ferroviario en Pakistán deja más de 60 muertos
8 de junio de 2021
El número de muertos en la colisión de dos trenes en el sur de Pakistán aumentó a al menos 62, mientras 28 personas continúan hospitalizadas, seis de ellas en estado grave.
Publicidad
La compañía Pakistan Railways difundió dos listas de muertos, que incluyen 12 personas no identificadas. El anterior balance hablaba de 43 muertos.
El accidente se produjo de madrugada del lunes (7.06.2021) en un lugar remoto en el distrito de Ghotki de la provincia de Sindh, cuando el convoy Millat Express, proveniente de Karachi, descarriló y cayó sobre otra vía. Esto provocó la colisión con el Sir Syed Express, procedente de Rawalpindi, que circulaba en sentido contrario, en el sur del país asiático.
Mohamed Usman Abdullah, comisionado adjunto de Ghotki, el distrito donde ocurrió el accidente, dijo a la agencia de noticias Efe que el número de muertos ascendió tras el hallazgo de más cadáveres a lo largo de la noche.
Del centenar de heridos de la colisión de los dos trenes, 28 continúan hospitalizados, seis de ellos en estado grave. La fuente indicó que continúan las operaciones en busca de cadáveres, pero cree que hay “pocas opciones” de que hallen más.
El Gobierno y el Ejército lanzaron una gran operación de rescate, con decenas de personas atrapadas en los restos de los trenes.
La remota localización del lugar del siniestro ha dificultado estas operaciones de rescate, por los obstáculos para llevar hasta allí maquinaria pesada para abrir el amasijo de metal en el que quedaron convertidos varios vagones. La operación continuó toda la noche y sigue en marcha este martes.
Investigación en marcha
El primer ministro paquistaní, Imran Khan, ordenó una investigación del accidente de forma inmediata. "He ordenado una profunda investigación de los fallos de seguridad en los ferrocarriles", anunció en su cuenta de Twitter.
Publicidad
Por su parte, el presidente de Ferrocarriles de Pakistán, Habibur Rehman Gilani, reconoció en una entrevista en la cadena Geo que las vías donde ocurrió el accidente eran viejas y necesitaban ser reemplazadas.
De hecho, los accidentes de tren son frecuentes en Pakistán, que cuenta con una antigua red ferroviaria que data de los tiempos del Imperio Británico, del que se independizaron en 1947.
En julio del año pasado al menos 19 personas murieron y otras 15 resultaron heridas cuando un tren embistió a un autobús de pasajeros en la provincia del Punjab.
En octubre de 2019, un total de 73 personas murieron por la explosión de una bombona de gas que unos pasajeros usaban para preparar el desayuno en un tren en el sur del país.
rml (efe, dpa, afp)
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hossaini
Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
Imagen: Reuters
La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Smialowski
Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Shirzad
Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.