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"La Documenta está en ruinas"

24 de junio de 2022

Los motivos antisemitas no tienen lugar en la Documenta ni en ningún otro lugar del mundo, señala Meron Mendel, director del Centro Educativo Anne Frank, de Fráncfort. Pero aclara que esta no es una Documenta antisemita.

El profesor Meron Mendel, director del Centro Educativo Anne Frank, en Fráncfort del Meno.
El profesor Meron Mendel, director del Centro Educativo Anne Frank, en Fráncfort del Meno.Imagen: Bildungsstätte Anne Frank, Frankfurt/Main

DW: Profesor Mendel, la Documenta retiró el mural del colectivo Taring Padi de la muestra por su lenguaje pictórico antisemita. ¿Se terminó con esto el debate sobre el antisemitismo?

Meron Mendel: No, el debate acaba de comenzar. Claro que hay diferentes conceptos sobre cómo deberá seguir ahora, y qué consecuencias habrá a nivel personal, o cómo manejar el tema con las y los artistas. Pero me parece que lo importante es cómo hacer para no interrumpir aquí el diálogo con los artistas del sur global, sino retomarlo.

¿Por dónde discurren líneas del frente en esta discusión?

Hay muchas voces y posiciones que muy difícilmente puedan reducirse a un frente. No deberíamos poner a todos los artistas del sur global en un mismo saco. Una de las líneas de argumentación en la defensa de Taring Padi es que los motivos en el mural deberían ser vistos en el contexto del sur global. En los países predominantemente musulmanes, esas imágenes no serían en absoluto problemáticas, y forman parte del mainstream. Desde su punto de vista, el problema surge al exponer el mural en Alemania y en Europa. Sin embargo, algo debe quedar claro: representar a los judíos como chupasangres no debería ser problemático solo en el contexto alemán, sino en todo el mundo. Por el otro lado está el grupo de los críticos, que es igual de heterogéneo. Aun cuando todos consideran que el mural es antisemita, las exigencias en cuanto a las consecuencias del escándalo difieren. Incluso con respecto a la cuestión de qué tan difundido está el antisemitismo en la Documenta hay diferentes valoraciones.

La obra "La justicia del pueblo", del colectivo de artistas indonesio Taring Padi, tuvo que ser retirada de la Documenta por sus imágenes antisemitas.Imagen: Sabine Oelze/DW

¿Se trata, como dice Hanno Loewy, el director del Museo Judío de Hohenems, en Austria, también de una visión muy diferente de Oriente Medio? ¿Es decir, de ataques sin reconocer la perspectiva del otro?

De hecho, eso describe una parte de la dinámica: el choque de las diferentes visiones del conflicto en Medio Oriente. Por un lado, está la visión desde Europa, desde Alemania, sobre Israel, el país de las víctimas del Holocausto que buscaron refugio en Israel, y para las cuales Israel es considerado hasta hoy un lugar seguro.

Desde el punto de vista del sur global, los judíos europeos, que llegaron en la primera mitad del siglo XX al territorio palestino, son vistos como colonialistas. Esa es una comprensión distorsionada de la fundación de Israel.

Pero eso es solo una cara de la problemática, ya que las imágenes antisemitas en el mural de Taring Padi provienen del ámbito cultural europeo. Esas narrativas no surgieron en el sur global. Retratar a los judíos como chupasangres o vampiros es una narrativa que nació, en parte, en el Medioevo, originada en el antijudaísmo cristiano. Comparar a los judíos con nazis es algo que también hace la extrema derecha en Alemania. Es decir, que estamos lidiando con un problema multifacético: con la transmisión de imágenes antisemitas, que prácticamente se han inscrito como productos europeos de exportación en los países que antaño fueron colonizados.

¿Es este un debate muy alemán?

El debate es, ciertamente, particularmente explosivo en el contexto de la historia específica alemana del nacionalsocialismo. Pero luchas similares, quizás no en la misma medida, se están librando en otros países europeos.

La representación de los judíos como chupasangres o vampiros se origina en el Medioevo, en el antijudaísmo cristiano. Aquí, un detalle de la obra de los artistas indonesios de Taring Padi.Imagen: Uwe Zucchi/dpa/picture alliance

Alemania tiene una responsabilidad histórica al respecto. ¿No se entiende eso lo suficientemente bien en el extranjero, incluso por parte de los curadores de la Documenta?

La presentación de imágenes de judíos como chupasangres o la representación de judíos como nazis en una exposición financiada con fondos públicos no debería llevarse a cabo en ningún lugar del mundo, independientemente del contexto cultural. Porque es inhumano. También estoy en contra de que se difame a los homosexuales, o de que se ignoren los derechos de las mujeres. Se trata de algo fundamental, de los derechos humanos. Pueden ser una construcción occidental, pero son universales y, en mi opinión, no negociables. No importa de dónde vengan los curadores de Documenta.

¿Son también los alemanes conscientes de eso?

Aparte de la AfD [el partido populista de extrema derecha "Alternativa para Alemania”, N. de la R.], que pide un cambio radical en la cultura de la memoria, existe un consenso político al respecto en Alemania. Si se le pregunta a la población, por ejemplo, en encuestas, ese consenso es mucho más frágil. Así que hay opiniones muy diferentes entre los alemanes sobre qué responsabilidad surge del pasado nazi de Alemania para el presente.

Una mujer con una bandera de Israel protesta en la Documenta ante la obra, en parte ya cubierta, de Taring Padi, con imágenes antisemitas. (20.06.2022).Imagen: Swen Pförtner/dpa/picture alliance

¿Alemania tiene que dar más explicaciones? ¿Especialmente hacia el sur global?

Alemania no es el maestro del sur global. Pero cuando exponen aquí personas de otros países, la responsabilidad naturalmente también recae en los anfitriones. El presidente alemán lo dijo muy contundentemente en su discurso de apertura: "La responsabilidad no se puede subcontratar". Por lo tanto, nadie puede esconderse detrás de ese argumento y decir que la gente del sur global es la única responsable. No se trata solo de antisemitismo, sino de los derechos humanos como base para trabajar juntos.

¿Se ha perjudicado la Documenta con el escándalo actual?

El daño es enorme. La Documenta está en ruinas. Esto es particularmente trágico, porque las grandes obras de casi 1.500 artistas quedan completamente eclipsadas por unas pocas obras. Por lo tanto, enfatizo: esta no es una Documenta antisemita.

Ahora me preocupa esta cuestión ¿cómo se puede trasladar la discusión en la Documenta y la propia Documenta hacia un camino productivo?

El Profesor Meron Mendel, nacido en 1976, es director del Centro Educativo Anne Frank, en Fráncfort del Meno, desde 2010. Desde 2021, Meron Mendel también es profesor de Trabajo Social Transnacional en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fráncfort, e investiga, entre otras cosas, el presente del antisemitismo y el futuro de la cultura de la memoria.

La entrevista fue realizada por Stefan Dege.

(cp/ers)

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