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Donación de órganos: se recalienta el debate

13 de febrero de 2019

En Alemania sólo se considera como donantes de órganos a quienes se han tomado el trabajo de identificarse explícitamente como tales. El ministro germano de Salud busca invertir ese modelo para facilitar los trasplantes.

Organspende
Imagen: picture-alliance/dpa/J.-P. Kasper

En Alemania, 955 personas donaron sus órganos post-mórtem en 2018. Esa cifra es ínfima, tomando en cuenta que, en promedio, unas 963.000 personas murieron en territorio germano entre 2010 y 2017, según el portal privado de estadísticas Statista. Muchos atribuyen esa desproporción al paradigma vigente en este país europeo: sólo se consideran como donantes de órganos a quienes se han tomado el trabajo de obtener un carnet que los identifica explícitamente como tales. El ministro de Salud, el democristiano Jens Spahn, busca invertir el modelo prevalente.

Cambio de paradigma

El objetivo de Spahn es que, ante las leyes de Alemania, todos sus ciudadanos sean considerados donantes de órganos a menos que manifiesten explícitamente su deseo de no serlo. Ese es el paradigma dominante en casi todos los países comunitarios para facilitar los trasplantes. No obstante, la resistencia en Alemania es grande. Muchos describen la propuesta de Spahn como una injerencia inaceptable del Estado en el derecho de autodeterminación del individuo. La donación, arguyen sus opositores, pasaría a ser una exacción. En otras palabras: el debate se recalienta.

Imagen: picture-alliance/dpa/S. Stache

Cuando Susanne Reitmaier es confrontada con los argumentos de quienes adversan a Spahn, la sexagenaria dice perder los estribos. “¡Los que no quieren donar órganos deberían alegar, más bien, que se negarán rotundamente a recibir órganos ajenos cuando los necesiten!”, espeta Reitmaier, quien se gana la vida como cosmetóloga en Wolfsburgo, Baja Sajonia, e invierte el resto de su tiempo en su asociación civil Contra la Muerte en la Lista de Espera por Órganos. Su activismo se vio reforzado hace cuatro años, cuando la vida de su hija fue salvada por un trasplante.

El recelo alemán

El riñón que su hija necesitaba provino de España. “Quien necesite con urgencia un órgano saludable tiene que desplazarse a España, a Austria o a los Países Bajos. En España, la gente que dona órganos es reconocida. En cambio, aquí en Alemania nunca se oye decir nada positivo sobre la donación de órganos. Sólo los escándalosrelacionados con el tema salen a relucir. Los alemanes siempre piensan que van a ser descuartizados tan pronto entren a un hospital”, lamenta Reitmaier, confesando que es una carga para ella tener que justificar su punto de vista todo el tiempo.

A mediados de año, el ministro Spahn procurará forzar al Parlamento alemán a pronunciarse sobre el cambio de paradigma que él plantea. Mientras tanto, Reitmaier seguirá haciendo lo que siente que es su deber hacer: organizar peticiones de apoyo online para ejercer presión sobre el Bundestag, apersonarse en el Ministerio de Salud para promover la discusión del tema y escribirle cartas a los políticos y a los médicos cada dos semanas para mantenerlos informados sobre las actividades de su organización.

(erc/jov)

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