Cuando Donald Tusk regresó a Polonia desde Bruselas hace dos años, su partido Plataforma Cívica (PO, por sus siglas en polaco) estaba por los suelos. La agrupación liberal-conservadora, que había perdido el poder frente al partido populista de derechas Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco) en 2015, ni siquiera se acercaba al 20% en las encuestas.

En aquel momento, nadie daba una oportunidad al PO frente al PiS, que tenía mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Pero entonces Tusk, que había renunciado prematuramente a la presidencia del Partido Popular Europeo en mayo de 2021, asumió el liderazgo del partido de la oposición, sumido en una profunda crisis, e inició una sistemática labor de reconstrucción de las bases.

Dos vueltas al mundo en la campaña electoral

Durante la campaña electoral de 2023, el nuevo líder de la oposición recorrió 70.000 kilómetros, casi tanto como si hubiera dado dos veces la vuelta al mundo. Dos grandes manifestaciones, que él había convocado, con cientos de miles de participantes en Varsovia, desempeñaron un importante papel en la movilización de los votantes. La participación récord de casi el 75% en las elecciones parlamentarias del 15 de octubre de 2023 se debe en gran parte a él. "La victoria electoral es su victoria", afirmó el periódico Gazeta Wyborcza.

Crítico del régimen desde Gdansk

Las raíces del compromiso político de Tusk se encuentran en su ciudad natal, Gdansk, donde nació el 22 de abril de 1957. Como estudiante de historia, apoyó allí las actividades conspirativas de la oposición anticomunista, que desembocaron en la formación del sindicato Solidaridad en 1980.

El colapso del comunismo en 1989 abrió nuevas oportunidades de actividad política para el crítico del régimen. Inspirado por las ideas liberales, Tusk fundó el Congreso Democrático Liberal (KLD) tras la transición democrática.

Primeros pasos en el Parlamento

En 1991, Tusk ganó su primer mandato parlamentario y fue durante un tiempo vicepresidente de la segunda cámara del Parlamento, el Senado. 

En 2001, Tusk lanzó su nuevo partido, la Plataforma Cívica (PO). Se convirtió en el principal actor de la política polaca junto al PiS de Jaroslaw Kaczynski.

En 2007, el político liberal se convirtió por primera vez en Jefe de Gobierno. Los periodistas polacos compararon su estilo de gobernar con el método de la entonces Canciller alemana Angela Merkel: una política pragmática de pequeños pasos sin grandes visiones. Esta estrategia demostró tener éxito: Een 2011 se convirtió en el primer primer ministro polaco desde 1989 en ganar una reelección.

De Varsovia a Bruselas

Antes del final de la segunda legislatura en 2014, Tusk se trasladó a Bruselas, donde ejerció como presidente del Consejo Europeo hasta 2019 y posteriormente como jefe del Partido Popular Europeo. Renunció prematuramente a este cargo en mayo de 2021 y regresó a la política polaca. Allí, sus adversarios políticos le esperaban con feroz determinación para impedir su regreso al poder. Le acusaron repetidamente de ser un cómplice de la política europea y alemana. Tusk reaccionó a la campaña de difamación con compostura. Sus manos formando un corazón se convirtieron en el símbolo de su campaña electoral.

(ies/ers)