Al lado del Partido Demócrata Liberal (FDP, según sus siglas en alemán), se prevé que Angela Merkel buscará oportunidades para llevar a cabo postergadas reformas en el ámbito impositivo, en la educación y el sistema de salud. El economista Jürgen Donges, director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia, afirma en conversación con DW-WORLD que es muy probable que el nuevo gobierno profundice en reformas estructurales pro-mercado, reformas que tendrán un efecto importante y que ayudarán a recuperar la confianza en el futuro económico del país.

DW-WORLD: ¿Es una buena noticia el triunfo de los liberales?

Jürgen Donges: Es buena noticia porque por un lado hemos tenido cuatro años de experiencia con la gran coalición entre los democristianos y los socialdemócratas y eso siempre es un poco problemático porque estos dos grandes partidos en muchos temas tienen posiciones contradictorias, que les ha permitido llegar a un acuerdo a menudo sobre un mínimo común denominador, que no siempre resuelve los problemas de fondo. Por tanto es mejor una situación como la actual, con una mayoría parlamentaria cómoda y estable y una oposición también importante que obligará al gobierno a meditar seriamente todas las medidas que quiera adoptar, yo creo que es así como tiene que funcionar el sistema.

El partido liberal quería bajar los impuestos, la canciller Merkel lo ha descartado. ¿En que áreas ve usted cambios posibles?

Yo creo que una cosa en la que podrían ponerse de acuerdo es en eliminar la llamada progresión en frío, como le llamamos técnicamente a este componente del impuesto sobre la renta personal. Debido a los efectos de la inflación sube la fiscalidad de los salarios a pesar de que no aumenta la capacidad de pagar impuestos por parte de los contribuyentes. Eso se debe a que tenemos un sistema progresivo en el impuesto sobre la renta. Esto creo que lo van a atajar, así como diversas reformas tributarias que se llevaron a cabo en Alemania, se pondrá una especial atención a este tema. Por lo demás las grandes bajadas de impuestos como ha propuesto el partido liberal, no hay mucho margen de maniobra simplemente porque tenemos un problema de déficit público. Lo que posiblemente hagan los liberales, no es tanto abogar por una bajada de impuestos, pero sí un recorte del gasto público y eso es sumamente importante. Tenemos muchas partidas de gasto consuntivo que no contribuye en nada al crecimiento económico y a la creación de empleos pero que representan un gasto estructural que lastra la economía. Aquí hay varias tareas pendientes y creo que si los liberales presionan ya sería un avance.

¿Considera usted que habrá un aumento de impuesto tras las elecciones?

No descarto un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que en Alemania, desde el punto de vista del Estado es estupendo pues tiene una gran capacidad recaudatoria. Cada punto de subida de este impuesto genera unos 8.500 millones de euros cada año a las arcas públicas. Me puedo imaginar que esta será una medida junto con otras para reducir el gasto. Hace cuatro años, al comienzo de la pasada legislatura se subió el IVA en tres puntos por la misma razón, porque también entonces había un déficit estructural importante. Además la subida del IVA tiene un costo político relativamente limitado. Al principio la población se enfada porque todo sube de precio, pero luego se le olvida. Entonces creo que alguna sorpresa nos van a dar por este lado.

¿Se facilitará a las empresas despedir empleados como proponen los liberales?

Una flexibilización del sistema de despido es una de las reformas que tenemos pendientes en el mercado laboral. No se trata de introducir el despido libre, como afirman los sindicatos, sino se trata de agilizarlo, de hacerlo menos complicado de lo que es ahora. Actualmente un gran número de despidos que realizan las empresas tienen que resolverse ante los tribunales, lo que se traduce en un alto costo y pérdida de tiempo, cuando necesitaríamos una gran flexibilidad en la economía porque tenemos la competencia globalizada, que va a seguir y se va a intensificar. Las empresas deben tener la posibilidad de adaptarse a los cambios con un sistema más flexible, hay muchas propuestas sobre cómo hacerlo. La situación mejoraría hasta para los trabajadores mismos. Porque si es menos complicado despedir también es más fácil volver a contratar, al saber las empresas que tienen la posibilidad de ajustar su plantilla en caso necesario. Esto va a ser un campo importante de batalla que va a recibir mucha resistencia por parte de los sindicatos y de los tres partidos de izquierda que están en la oposición. Pero los liberales van a insistir en eso.

¿Cuál será el mayor desafío del nuevo gobierno? ¿El desempleo?

El paro va a subir con seguridad en los próximos meses no sólo por los efectos del invierno sino también por el hecho de que se van a agotar los programas de ayudas públicas que se han puesto en marcha durante dos años para posibilitar que la gente se quede en la empresa trabajando en una jornada reducida. Esto se acaba ya y estamos hablando de más de un millón de trabajadores afectados. El desempleo va a subir y eso será un gran reto porque aunque las causas son otras se lo van a achacar al nuevo gobierno y por lo tanto debe estar preparado con soluciones viables.

El catedrático Jürgen Donges es director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia y fue presidente del Consejo de Asesores del gobierno federal, los llamados "Cinco Sabios".

Autora: Eva Usi

Editora: Claudia Herrera Pahl