Que transcurridas apenas 22 de las 34 jornadas de la Bundesliga la diferencia entre el primero y el segundo lugar sea de ocho puntos no habla de una lucha cerrada por el título alemán, pero sí permite abrigar la esperanza de que en las próximas 12 fechas la competencia se torne más interesante.

Una cosa muy distinta es la que sucede por detrás de los dos primeros puestos del campeonato del fútbol en Alemania. Bayern, que es líder, le lleva 23 puntos de ventaja al tercero, el Berlín. Eso significa, en la práctica, que el club de Múnich podría perder en línea sus próximos siete partidos y en el peor de los casos únicamente bajaría una casilla en la clasificación pues todavía estaría por delante del equipo de la capital del país.

En los últimos años ese abrumador dominio bávaro se ha vuelto costumbre, a tal punto que no falta quien señale a la Bundesliga como una competición predecible y tediosa, pues ya se sabe qué club la va a ganar. Si a eso se le agrega un nuevo factor, el de que además también ahora con enorme anticipación también hay una gran certeza sobre quién será segundo, el atractivo del fútbol alemán se evapora.

¿Abismo insalvable?

Exactamente eso parece estar sucediendo en Alemania. Dortmund, que de los 22 partidos disputados hasta ahora en la Bundesliga ha ganado 16 y empatado tres, acumula ya 51 puntos en la clasificación. Allí supera al Berlín por 15 puntos, al Leverkusen y al Gladbach, que son cuarto y quinto respectivamente, por 16; al sexto, Schalke, por 17; por 18 y 20 al séptimo y al octavo, Maguncia y Wolfsburgo.

Nunca antes en la historia de la Bundesliga había existido una brecha tan grande entre el segundo del tablero de posiciones y sus seguidores. El Dortmund está así contribuyendo a que tras cada partido las abismales diferencias que creó el Bayern con respecto al resto de la Bundesliga sean cada vez mayores.

Si se venía hablando de una Bundesliga dividida en dos, el Bayern y el resto de clubes, ahora hay habría que referirse a un campeonato alemán con tres grupos: Bayern, Dortmund, y los demás. Para ilustrar este fenómeno basta mencionar que la diferencia que le toma el Dortmund a su más inmediato seguidor, el Berlín, ni siquiera alcanza esa amplitud entre el equipo de la capital alemana, que es tercero, y el Bremen, que es antepenúltimo en la clasificación y ocupa una casilla que amenaza con el descenso a la segunda división.

Máquina de goles

Además, no solo el puntaje documenta la distancia que separa al Dortmund del resto de equipos alemanes. 54 goles anotados hablan del potencial de su delantera, superada escasamente por dos anotaciones por la del Bayern. Su defensa también tiene un nivel excepcional, pues ha encajado únicamente 24 goles. En la Bundesliga solo el Bayern (11), Leverkusen e Ingolstadt (23), han recibido menos.

El balance entre su contundencia en el ataque, liderado por el goleador de la Bundesliga Pierre-Emerick Aubameyang (21 tantos en 21 partidos), y la solidez de su defensa, le permiten al Dortmund exhibir un impresionante promedio de goles (+30) que en el pasado no alcanzaron varios de los equipos que se coronaron como campeones alemanes.

Esta temporada resulta por estas circunstancias bastante inusual para la Bundesliga, donde los observadores seguirán atentos de cómo se desarrollará en el futuro la lucha por el título y el segundo lugar, pues de mantenerse y ampliarse las diferencias, el fútbol alemán tendría dos equipos muy fuertes en su torneo, donde la pelea interesante se daría entre los 16 aspirando al tercer lugar.