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De dos Alemanias a una

23 de agosto de 2010

La noche del 23 de agosto de 1990 pasó a la historia de inmediato; fue en ese momento cuando los parlamentarios de la República Democrática Alemana fijaron la fecha para la reunificación de las dos Alemanias.

Lothar de Maizière (centro-izquierda) y otros parlamentarios durante la histórica sesión.Imagen: picture-alliance/ dpa

El 23 de agosto de 1990, en una dramática sesión que se prolongó hasta avanzadas horas de la noche, los miembros del Parlamento de la República Democrática Alemana (RDA) –la Volkskammer, la Asamblea Popular– decidieron que la RDA pasaría a formar parte de la República Federal de Alemania (RFA) y aceptaría sin reservas lo establecido en el artículo 23 de su Ley Fundamental.

A través de este artículo, los redactores del documento promulgado el 23 de mayo de 1949 para los Estados federados de Alemania Occidental se aseguraron de que el mismo entraría en vigor en “otras partes de Alemania” tan pronto éstas aceptaran integrarse a su orden político y jurídico. De esta manera, la mayoría de los delegados anuló la posibilidad de que se formulara una nueva Constitución para una Alemania reunificada.

Debates acalorados

En las semanas previas a esta fecha histórica, no había sesión parlamentaria en la que no se debatiera sobre la “integración inmediata” de Alemania Oriental al territorio de la RFA. Para Lothar de Maizère, último jefe de Gobierno de la RDA, había llegado el momento para tomar la iniciativa; él sigue teniendo fresco el recuerdo de aquella tarde del 22 de agosto de 1990 en la que, después de una sesión regular, solicitó que se realizara una sesión extraordinaria ese mismo día para tratar un solo asunto: el establecimiento de una fecha para la reunificación alemana.

El 5 de mayo de 1990 tuvo lugar la primera ronda de negociaciones Dos más Cuatro en Bonn, entonces capital de Alemania Occidental.Imagen: picture alliance/ dpa

Aunque estaba claro que el tópico tenía prioridad, no todos los parlamentarios estuvieron de acuerdo con el proceder de de Maizère. Wolfgang Ullman, representante de la Alianza 90 –una coalición de tres partidos no comunistas que más tarde se fusionaría con los Verdes de Alemania Occidental–, amenazó al Presidente del Consejo de Ministros de Alemania Oriental con acusarlo de traición a la patria ante el Procurador General de la RDA si no cancelaba la sesión extraordinaria en cuestión.

Fijando la fecha más apropiada

Las amenazas de Ullman fueron oreadas en vano: poco después del incidente, el Ministro presidente de Sajonia-Anhalt, Reinhard Höppner, abrió la sesión extraordinaria. De inmediato se acaloraron las discusiones porque de Maizère había solicitado la reunificación de las dos Alemanias sin determinar la fecha de su consumación. De Maizère había sugerido que se aprovechara el cuadragésimo primer aniversario de la RDA, que se celebraría el 7 de octubre de 1990, para realizar otra sesión especial en la que se decretara el 14 de octubre siguiente como la fecha para decidir definitivamente la integración de la RDA a la RFA.

El 3 de octubre de 1990, tanto los dirigentes de la ex-RDA como los de la RFA celebraron el que las dos Alemanias se volvieran una.Imagen: picture alliance/dpa

“Ese 14 de octubre habrían de realizarse las primeras elecciones regionales libres y mi idea era devolverle el poder al soberano para que él eligiera un nuevo Parlamento”, cuenta hoy el ex jefe de Gobierno de la RDA. Pero rápidamente quedó claro que esa fecha no sería aceptada por la mayoría porque, aparte del Partido del Socialismo Democrático (PDS) –sucesor del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), nadie quería tener que vivir un nuevo aniversario de la creación de la RDA.

Una propuesta decisiva

Tras un largo debate se oyó una propuesta decisiva, formulada por Wolfgang Thierse, quien asistió a la sesión extraordinaria de la Volkskammer en representación del Partido Socialdemócrata de Alemania Occidental (SPD). Thierse recomendó una fecha posterior al fin de las negociaciones Dos más Cuatro, aludiendo a las conversaciones sostenidas por los ministros de Exteriores de las dos Alemanias con los de las cuatro potencias que ocuparon la Alemania nazi tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Nueve años después de su participación en la Volkskammer, Thierse muda su despacho de parlamentario de Bonn a Berlín, capital de la Alemania reunificada.Imagen: AP

Las negociaciones entre la RFA, la RDA, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética se habían estado desarrollando desde abril de 1990 y debían culminar el 12 de septiembre en Moscú. Según Thierse, en el marco de esas conversaciones quedarían aclarados todos los aspectos de política exterior de la reunificación alemana. Pero antes de eso, varios aspectos de política interior debían ser resueltos: la redacción y aprobación de una ley que reinstaurara la división político-territorial que Alemania Oriental presentaba antes de la disolución de sus Estados federados en 1952, así como la redacción y firma del Tratado de Reunificación.

Por culpa de las diferencias horarias

Wolfgang Thierse invitó a que se considerara el 13 de septiembre como fecha para la reunificación alemana. Sin embargo, tampoco esta propuesta fue apoyada por los parlamentarios, quienes creían que el Tratado de Dos más Cuatro sería firmado el 12 de septiembre, pero no ratificado. Lothar de Maizère recuerda cómo se decidió finalmente que las dos Alemanias se volvieran una sola el 3 de octubre: las potencias aliadas querían devolver sus derechos de ocupación en Alemania en el marco de una cumbre de ministros de Exteriores que se celebraría en Nueva York el 1.° de octubre de 1990.

Como los ministros de ambas Alemanias estarían presentes en la reunión y, debido a las diferencias horarias, sólo podrían regresar a casa el 3 de octubre, fue ése y no otro día el que mejor les pareció para declarar oficialmente la integración de la República Democrática Alemana a la República Federal de Alemania. De Maizère, quien entonces tenía 50 años, sabía que ese nuevo comienzo no le resultaría fácil a muchos ciudadanos de la RDA, pero todos los políticos que propiciaron la reunificación desde el Parlamento de la Alemania Oriental tenían claro que su misión principal era disolverse a sí mismos.

Autor: Matthias Hellfeld / ERC
Editor: Pablo Kummetz

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