Dos grupos yihadistas reivindican la toma del hotel de Mali
21 de noviembre de 2015
El país declara 10 días en estado de emergencia tras el ataque sufrido. Según el mensaje en el que reivindicaron el ataque, los yihadistas quieren evitar la recién iniciada estabilización de Mali.
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Hasta el día de hoy, el hotel de lujo Radisson Blu, en la capital de Mali, era considerado seguro por hombres de negocios, diplomáticos e incluso la ONU. El asalto por parte de presuntos islamistas al hotel de Bamako tiene por ello una gran fuerza simbólica y un mensaje: que no hay ningún lugar a salvo de los yihadistas. Los atacantes, según el mensaje de dos grupos vinculados a la red Al Qaeda, quieren evitar la recién iniciada estabilización de Mali.
Los autodenominados "combatientes de dios" dirigieron al parecer sus ataques contra no musulmanes. Aquellos rehenes capaces de recitar la profesión de fe musulmana eran puestos en libertad, según contó un periodista de Bamako. Con ello, se repite el modelo de otros atentados en África, como en Nigeria o Kenia: se mata sobre todo a los no musulmanes.
En el ataque de este viernes (20.11.2015) por la mañana, los atacantes asaltaron el hotel tomando a 170 personas como rehenes, 140 huéspedes y 30 empleados, según datos del hotel, popular entre hombres de negocios y diplomáticos. Entre ellos había ciudadanos franceses, turcos, belgas, indios y chinos, entre otras nacionalidades. Después, 87 personas fueron liberadas o lograron escapar.
Una víctima estadounidense
Unidades especiales del Ejército, apoyadas por fuerzas especiales estadounidenses y tropas francesas, asaltaron el hotel por la tarde y todos los rehenes quedaron en libertad. Según la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en el país (Minusma), el ataque se saldó con 27 muertos, entre empleados y clientes del hotel, además de los 13 asaltantes, todos abatidos. El presidente del país, por su parte, habla de 21 víctimas mortales. EE.UU. ha confirmado que una de ellas era un ciudadano estadounidense.
El asalto al hotel fue reivindicado por dos grupos yihadistas activos en el Sahel, Al Murabitun y Al Qaeda en el Magreb Islámico, que afirmaron haber actuado conjuntamente, en una llamada a la agencia mauritana Al Ajbar, generalmente bien conectada con los grupos yihadistas de la zona.
"Un ancla de estabilidad"
El asalto al hotel del país occidental africano se produce al cumplirse justo una semana de los atentados de París con 130 muertos, que reivindicó el autoproclamado Estado Islámico. En el norte de Mali están activos desde hace años islamistas con conexiones a Al Qaeda. El norte del país, dominado por el Sáhara, tiene el tamaño de Francia y apenas cuenta con vigilancia efectiva. Las fronteras del desierto con las vecinas Argelia y Níger son muy permeables.
En el norte viven también los tuareg, que desde hace décadas aspiran a una mayor autonomía o independencia. En 2012, los tuareg y grupos islamistas tomaron el poder en el norte del país. Solo una intervención militar de Francia en 2013 posibilitó la recuperación de la zona. En julio se alcanzó un acuerdo. Además de una misión de la Unión Europea, en Mali está también presente una operación de los "cascos azules" de la ONU con más de 10.000 soldados y policías.
Durante una visita de la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, al norte del país, esta se mostró confiada en que la comunidad internacional pudiera desarrollar allí "un ancla de estabilidad". Pero eso es precisamente lo que quieren evitar los fundamentalistas sunitas del norte. En los últimos meses sus ataques se multiplicaron y en agosto un grupo de islamistas radicales ya había asaltado un hotel popular entre empleados de la ONU en el norte de la capital Bamako. Tras una toma de rehenes de 24 horas, murieron 13 personas, entre ellas cinco funcionarios de la ONU.
MS (dpa/efe)
Lucha contra los yihadistas
El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, ha iniciado una ofensiva contra los extremistas sunnitas del grupo yihadista EIIS, pero su gobierno aspira a que los Ejércitos de Estados Unidos e Irán lo apoyen en esa lucha.
Imagen: Reuters
La reconquista de Tikrit
En las útimas semanas, el grupo yihadista Estado Islámico en Irak y Siria (EIIS) ha tomado el control de vastas regiones en el noroeste de Irak, llegando incluso a ocupar algunas zonas de la ciudad de Tikrit, a 140 kilómetros de Bagdad. Los extremistas están demasiado cerca de la capital iraquí para el gusto del gobierno. De ahí que éste haya emprendido una ofensiva para reconquistar Tikrit.
Imagen: Reuters
Las grandes ambiciones del EIIS
El grupo EIIS, que tiene vínculos con los terroristas de Al Qaeda, se formó en 2006, cuando se acentuó la resistencia en Irak contra la ocupación estadounidense. Esta milicia sunita se ha puesto como meta crear un Estado islámico en el terrotorio que hoy ocupan Irak, Jordania, Líbano, Palestina y Siria. Este objetivo la lleva a luchar en Irak y Siria en alianza con grupos como el frente Al Nusra.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Moderados y radicales
Los rebeldes que luchan en Irak y Siria contra sus respectivos mandatarios, Nuri al Maliki y Bashar al Assad, no forman una unidad homogénea. Entre ellos hay grupos radicales y moderados. Para combatir contra el EIIS, Estados Unidos aspira a contar con el respaldo de la Coalición Nacional Siria, entre otros grupos, a cambio de un apoyo financiero de aproximadamente 500 millones de dólares.
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Una constelación difícil de descifrar
Estados Unidos ha enviado observadores militares a Irak y activado drones armados para “proteger a los soldados y las instalaciones estadounidenses” en ese país. Pero si los 500 millones de dólares citados previamente son aprobados por el Congreso para ser invertidos en Irak y Siria, cabe preguntarse: ¿cómo puede la Casa Blanca estar segura de que esos recursos no caerán en manos del grupo EIIS?
Imagen: Reuters
Los kurdos tienen su propia agenda
Estados Unidos le ha exigido al líder iraquí, el chií Nuri al Maliki, que forme un gobierno de coalición que incluya a sunitas y kurdos. Y es que, en nombre de la población kurda –que disfruta de una relativa autonomía en Irak y Siria–, el Peshmerga (foto) también se enfrenta a los extremistas sunitas del EIIS. No obstante, los kurdos tienen su propia meta: la absoluta independencia de Kurdistán.
Imagen: Reuters
¿Qué rol juega Irán en todo esto?
Irán se halla en un aprieto. Por un lado, Teherán quiere evitar a toda costa una guerra fratricida entre sunitas y chiitas. Por otro lado, el liderazgo iraní, que es chiita como el iraquí, ya ha tendido a apoyar a Nuri al Maliki, enviando a Irak drones para vuelos de reconocimiento y armamento militar, según el diario estadounidense "The New York Times".
Imagen: Atta Kanare/AFP/Getty Images
Mil muertos, tendencia al alza...
También Arabia Saudita figura entre las instancias que apoyan a los grupos rebeldes sirios. Y no siempre a los más moderados: Nuri al Maliki asegura que Riad financia a los extremistas del EIIS, dejando en el aire la impresión de que Arabia Saudita es en parte responsable por las muertes –más de mil– causadas por el conflicto en Irak. Otros culpan tanto al EIIS como a las tropas iraquíes.
Imagen: Reuters
Más de un millón de desplazados
En Irak, 1,2 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares por los estragos del conflicto. A esa cifra se suman unos 225.000 refugiados sirios que huyeron de la guerra civil en su país hacia los territorios kurdos, según el Ministerio de Exteriores. Por el puesto de control de Khazair (foto), en el camino hacia Erbil, en la región kurda, llegan sobre todo los refugiados de Mosul.
Imagen: Getty Images
Voluntarios al frente
Nuri al Maliki dijo hace poco que Irak había comprado aviones de combate rusos y bielorrusos para ser usados contra el grupo EIIS a corto plazo. Muchos se han apuntado voluntariamente (foto) para luchar contra los extremistas sunitas, pero, al mismo tiempo, se reporta que varios soldados han abandonado las filas del Ejército iraquí. Las lealtades comienzan a polarizarse en Irak.