Gran exposición sobre Wilhelm y Alexander von Humboldt
Bettina Baumann
22 de noviembre de 2019
Alexander y Wilhelm von Humboldt son considerados cosmopolitas y aventureros. La primera gran exposición en Alemania sobre los hermanos no cuenta una historia heroica, sino que los sitúa en su realidad histórica.
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En todo el mundo, el nombre de los hermanos berlineses Humboldt es sinónimo de educación y ciencia. Alexander von Humboldt recopiló y documentó todo lo que caía en sus manos, desde plantas y rocas hasta animales y huesos humanos. Wilhelm von Humboldt, que era dos años mayor, siempre fue un poco menos entusiasta para viajar, y a menudo se lo reconoce por sus logros educativos. Innumerables publicaciones se ocupan de la obra de ambos.
"Pero lo que queda de ellos a menudo tiene más que ver con el mito que con la realidad histórica", señala el Museo Histórico Alemán, y por eso su objetivo es retratar a los dos hermanos en su exposición"Wilhelm y Alexander von Humboldt" sobre todo como un producto de su tiempo y espacio: Europa alrededor de 1800.
La vida alrededor del 1800
El equipo de curadores formado por Bénédicte Savoy y David Blankenstein ha reunido 350 objetos de 70 instituciones diferentes: pinturas, dibujos, esculturas, diarios, cartas, colecciones y publicaciones de investigación. La obra fue prestada, entre otros, por el Museo del Vaticano, el Louvre y el Castillo de Windsor. También han participado todos los museos de Berlín, enfatiza Saboya, "algo que no se daba por sentado".
Savoy explica que poco se sabe sobre las primeras tres décadas de la vida de los hermanos Humboldt. Ella y su colega Blankenstein han llevado a cabo una intensa investigación y han encontrado evidencia de que Wilhelm, por ejemplo, viajó muchos kilómetros, contrariamente a lo que se pensaba, a través de Francia y el País Vasco hasta la costa sur de España, para llevar a cabo estudios antropológicos. En un pequeño museo en el País Vasco, econtraron una pintura en la que probablemente Wilhelm y su familia fueron inmortalizados durante su largo viaje.
La típica silla de montar de la época también se puede ver en el espectáculo, lo que da una idea de lo ardua que debe haber sido la excursión de Humboldt. "Esperamos que los visitantes se den una idea de cómo era la vida a comienzos del siglo XIX", dice Savoy.
Enfoque en la ciencia
Al principio, la exposición en el Museo Histórico Alemán está dedicada a la infancia de los dos hermanos. Wilhelm (1767-1835) y Alexander (1769-1859), quienes se criaron en el castillo de Tegel, en las afueras de Berlín, y disfrutaron de una educación integral en el marco de la Ilustración. Los dogmas teológicos y la moral protestante no tuvieron cabida en su educación escolar. Luego se describe el entorno de la sociedad berlinesa, donde la intimidad, la libertad y la autodeterminación serían renegociadas alrededor de 1800. Wilhelm von Humboldt, por ejemplo, sostuvo un matrimonio abierto con su esposa Caroline, madre de ocho hijos, durante más de cuatro décadas.
Sin embargo, la mayor parte de las investigaciones científicas de los hermanos Humboldt se centra en los Diarios de Viaje Americanos de Alexander. Complementadas con una serie de instrumentos que utilizó en su expedición de 1799 a 1804, así como objetos de sus colecciones.
Trabajo de investigación cuestionable
Evidentemente, para los curadores Savoy y Blankenstein, el debate actual sobre los bienes coloniales y su exhibición en los museos también desempeñó un papel en la concepción de la muestra. Bénédicte Savoy explica que deliberadamente eligieron no exhibir el cráneo que Alexander heredó al saquear una tumba de la tribu indígena Atures.
Sin embargo, el tema no está excluido en la exposición: un intercambio de cartas entre Alexander y el naturalista Johann Friedrich Blumenbach demuestra que incluso entonces el saqueo de una tumba no parecía correcto, pero que aún así fue realizado. "Pobre gente, incluso en las tumbas su paz se ve perturbada", comentó Alexander sobre el robo.
El programa deja en claro que los hermanos Humboldt se beneficiaron de la expansión de Europa y que, sin el colonialismo, la mayor parte del material probablemente no habría llegado a Europa.
La exposición "Wilhelm und Alexander von Humboldt" se exhibirá en el Museo Histórico Alemán, del 21 de noviembre al 19 de abril. Un programa integral, que consiste en visitas guiadas, conferencias, debates y películas, completa la muestra.
(ee/cp)
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Tras el rastro de Alexander von Humboldt en Europa
El naturalista berlinés Alexander von Humboldt es famoso por su expedición a América Latina, pero también es posible acercarse a este gran sabio en muchos lugares del Viejo Continente.
Imagen: AP
Midiendo el mundo
Alexander von Humboldt es el naturalista más renombrado de Alemania. Para medir el mundo, escaló las montañas más altas de los Andes y cruzó remotos bosques primitivos a lo largo del río Orinoco en América del Sur (foto). Como explorador, ya era una leyenda en su propio tiempo. Este famoso retrato de un joven Humboldt se encuentra ahora en la Antigua Galería Nacional de Berlín.
Imagen: AP
Infancia en el palacio de Tegel en Berlín
Alexander von Humboldt nació hace 250 años, el 14 de septiembre de 1769. Pasó su infancia en el palacio de Tegel. Desde niño le encantaba recolectar insectos y rocas en su enorme jardín. Él y su hermano Wilhelm fueron educados en casa por los mejores tutores disponibles. A la par, los libros despertaron su apetito por la exploración científica. Hoy en día hay visitas guiadas por el palacio.
Imagen: Imago/Schöning
Estudios en Minería en Sajonia
Humboldt estudió en la Escuela de Minas de Freiberg, la universidad de minería y metalurgia más antigua del mundo. En 8 meses completó un curso que a otros les tomó 3 años. Todos los días iba bajo tierra con los mineros para buscar plantas y minerales. El pozo se puede visitar hoy en día. Freiberg ha sido parte de la región minera de Erzgebirge, patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 2019.
Imagen: picture alliance/ImageBROKER/G. Hanke
Un erudito entre eruditos
En Weimar, Humboldt conoció a las grandes mentes de su tiempo, entre ellos el matemático Carl Friedrich Gauss y los escritores Friedrich Schiller y Johann Wolfgang von Goethe (en el centro de la foto). Humboldt quedó especialmente impresionado por las opiniones de Goethe sobre la naturaleza, lo que le dio una visión integral al vincular la botánica, la química, la medicina, la geología y la física
Imagen: picture-alliance/akg
Tenerife: preludio de la aventura
En 1799, Humboldt emprendió su expedición exploratoria a las Américas. Abordó el barco en La Coruña, en España. Su primera parada fue la isla canaria de Tenerife. El científico escaló el Teide (foto), la cumbre más alta de Tenerife, donde midió el azul del cielo y clasificó las plantas. En sus cartas elogió el aire, la ubicación encantadora y la vegetación exótica. Fue su última parada en Europa.
Imagen: picture-alliance/HAFEN-FOTOS.DE
El segundo descubridor de las Américas
Humboldt viajó por Latinoamérica durante 5 años con su asistente Aimé Bonpland. El 22 de junio de 1802, escaló el monte Chimbarazo en los Andes (foto), a 6.310 metros sobre el nivel del mar, considerada en ese momento la montaña más alta del mundo. En cierto modo, sus medidas geográficas precisas y la clasificación de la flora lo convirtieron, después de Colón, en el segundo descubridor de América
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París: regreso a su hogar adoptivo
Después de sus viajes por América, Humboldt regresó a la ciudad que se había ganado su corazón, París. Allí recopiló sus hallazgos, dio conferencias, fue de fiesta en fiesta y mantuvo un estilo de vida lujoso. Desde su apartamento en la calle Quai Voltaire, tenía una vista directa del Museo de Louvre (foto).
A principios de 1827, Humboldt tenía 57 años, era mundialmente famoso y estaba en bancarrota. Tuvo que regresar a Berlín. El rey prusiano aprobó solo una expedición más: Rusia. Cientos de muestras de rocas y hallazgos de esa expedición están ahora en el Museo de Historia Natural de Berlín. La mascota de Humboldt, un loro vasa, ahora embalsamado, también encontró su lugar de descanso final allí.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Soeder
Descansado en Berlín
Humboldt murió a la avanzada edad de 89 años en Berlín. Fue enterrado en el panteón familiar en el jardín del palacio de Tegel. Diez años después de su muerte, cuando habría tenido 100 años, el famoso naturalista y explorador era todavía recordado en todo el mundo. De Buenos Aires a la Ciudad de México, de Nueva York a Moscú, decenas de miles de personas celebraron su cumpleaños.
Imagen: DW/ Lars Wendt
Universidad Humboldt en Berlín
En Berlín, Alexander von Humboldt (foto), al igual que su hermano Wilhelm, lingüista y fundador de la universidad, tiene un lugar de honor frente al edificio principal. Como ningún otro par de hermanos en la historia alemana, el naturalista y el filósofo representan el parentesco cercano entre las ciencias y las humanidades.