Todo el mundo habló este viernes sobre la fuga de dos leones, dos tigres y un jaguar de un zoológico alemán. Puras fake news. Los felinos están a salvo. Pero lamentablemente nadie habla del oso. Su destino fue trágico.
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Fue una de esas noticias que da la vuelta al mundo en pocas horas: la supuesta huida de dos leones, dos tigres y un jaguar de un pequeño zoológico en Alemania. No se necesita mucha fantasía para imaginarse el caos y el miedo de la población local de encontrarse a uno o varios de esos felinos en su supermercado o delante de su puerta. Durante algunas horas el caos fue total.
La Policía, los servicios de rescate y los veterinarios desplegados en la búsqueda hicieron una llamada a los ciudadanos para que permanecieran en sus casas y para que contactaran con las fuerzas de seguridad en caso de ver a alguno de los felinos.
Buscando tigres y leones con drones
A pesar de algunos informes que hablaban de los "motivos desconocidos" por los que los felinos podrían haber decidido abandonar su parque zoológico, los motivos quedaron bien claros al observar el mapa meteorológico actual en Alemania. Fuertes tormentas e inundaciones afectan actualmente a gran parte del país y también a la pequeña localidad de Lünebach, de solo 547 habitantes, en Renania-Palatinado.
El zoológico privado quedó parcialmente inundado. "No pudimos detectar a muchos animales por detrás de las rejillas", dijo el alcalde del municipio de Arzfeld, Andreas Kruppert. En la búsqueda de los felinos desaparecidos hasta se emplearon drones. En un primer momento, dado el caos que reinaba en la zona, se informó que los animales habían huido del zoológico.
Algunas horas más tarde, cuando el agua poco a poco empezó a bajar, se descubrió que los dos leones, los dos tigres y el jaguar nunca habían abandonado su recinto. Simplemente se habían retirado hasta el último rincón para huir del agua, que, como es sabido, no es el elemento favorito de los felinos.
El destino trágico del oso
"Todos los animales se quedaron en su recinto. Ninguno se fugó. Todos estamos contentos de que no haya ocurrido lo que temíamos al principio", dijo Kruppert por la tarde. Sin embargo, sí hubo una víctima de la que poco se habla: el oso.
Durante la intervención, las autoridades dispararon a un oso que se salió de su recinto dañado por las aguas. El oso ni siquiera alcanzo salir del zoológico. "tuvimos que matarlo porque el oso significaba un peligro considerable para la gente", dijo el alcalde.
En el zoológico de Lünebach viven unos 450 animales exóticos, entre ellos tigres siberianos y leones africanos. Los habitantes de ese pueblo alemán pueden dar gracias a dios de que el zoológico no disponga de tigres bengalíes. Esos tigres saben nadar y aman el agua.
Autor: Gabriel González Zorrilla
La historia de los zoos alemanes en imágenes
Más de 70 millones de personas visitan anualmente los zoos alemanes, cuyas instalaciones actuales nada tienen que ver con los zoológicos de antaño. Los invitamos a hacer un pequeño recorrido por su historia.
Imagen: picture alliance/dpa/arkivi
El primer zoo de Alemania
El jardín zoológico de Londres entusiasmó de tal modo al zoólogo Martin Hinrich Lichtenstein, que este se propuso fundar el suyo propio. En 1841, consiguió convencer al rey de Prusia, que mandó separar unas 22 hectáreas del parque berlinés conocido como Tiergarten para erigir el primer zoo alemán.
Imagen: picture alliance/dpa/arkivi
Llegan los primeros animales
En 1845 llegan, entre otros, dos coatíes, tres zorros polares, un chacal, dos tejones, 24 monos y tres osos siberianos. En 1846, el zoo recibe leones y tigres y, en 1857, el primer elefante. La primera cebra pisó el zoo berlinés en 1861. Pero pronto aparecieron grandes obstáculos: muchos animales mueren en su nuevo hogar.
Imagen: picture alliance/dpa/arkivi
Schönbrunn, modelo para criar animales exóticos
En el Tiergarten vienés de Schönbrunn nace en 1906 el primer elefante en cautividad. En 1914, el lugar cuenta con casi 3.500 animales y es un modelo para el zoo berlinés. Actualmente, el vienés es uno de los zoos más antiguos del mundo y uno de los más visitados de Europa.
En la segunda mitad del siglo XIX, abrieron muchos zoos en poco tiempo. Tras Berlín, vinieron Fráncfort, Colonia, Hamburgo, Basilea, Leipzig y Stettin. Pero esta fiebre tiene precedentes: ya en 1571, el landgrave Guillermo IV erigió cerca de Kassel el “Jardín animal de Sababurg”, que utilizaba solo para cazar. Para observar el comportamiento de los animales, empleó a naturalistas.
Imagen: picture-alliance/dpa/P.Pleul
Protección de patrimonio
El zoo berlinés construyó recintos para animales, como este de la imagen, pensado para antílopes, tratando de reflejar el origen exótico de sus inquilinos. No es tan fácil desmantelar algunos recintos y volverlos a hacer, porque a menudo están protegidos como patrimonio.
Imagen: picture-alliance/dpa/dpaweb/B. Setnik
Aprender de forma relajada
En el siglo XX se inauguraron muchos acuarios en Alemania. A ellos se le sumaron parques marinos, de pájaros, de primates e incluso parques al estilo safari para recorrer en coche o autobús. Con el milagro económico de las décadas de los 50 y 60, llegaron los zoos también a las ciudades pequeñas.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Leonhardt
El zoo como almacén de animales
Tras la posguerra, crece el interés por los zoos, que se convierten en lugares vivos de formación. Fosos y barrotes separan a los animales de los visitantes. En la década de los 70 emerge el interés por la psicología animal y los zoos tratan de reformar los recintos para los animales.
Imagen: picture alliance/blickwinkel/K. Hennig
De vuelta a la naturaleza
El nuevo trato hacia los animales se traduce en ausencia de barrotes para admirarlos. El zoo de Múnich introduce el concepto de geo-zoo, por el que los animales ya no se agrupan por criterios sistemáticos, sino por continentes: los leones junto a las cebras, las jirafas y los elefantes. El entorno debe parecerse lo más posible al auténtico.
Imagen: DW/Nelioubin
El futuro de los zoos
Las jaulas estrechas y los recintos de cemento ya no se estilan. Algunos zoos, como el de Fráncfort, han decidido clausurar sus recintos para elefantes, por no poder ofrecerles suficiente espacio.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
El papel de los zoos de hoy
Los zoos actuales crían animales para liberarlos después. Además, instruyen a los visitantes sobre los hábitats de las especies y están comprometidos con la protección de la naturaleza y el medioambiente. Sus detractores opinan que no es justificable mantener a los animales en cautividad.
Más de 70 millones de personas visitan anualmente los zoos y parques animales en Alemania. El sector tiene una amplia oferta de tiempo libre que incluye parques de aventuras y restaurantes temáticos. El zoo de Colonia acaba de abrir una granja en la que el visitante puede observar de cerca vacas y cabras.