Las fiestas de los aficionados, donde se pueden ver los partidos del Mundial en pantallas gigantes, han atraído hasta el momento a once millones de seguidores. La FIFA, el Comité Organizador Local y cada una de las ciudades sedes del Mundial en las que se celebran las "fan fest" o fiestas de los seguidores mundialistas, consideran que las cifras son todo un éxito.

Con ocho millones de hinchas se contaba y, a mitad del torneo, ya las previsiones se han desbordado en nada menos que tres millones.

Calles abarrotadas y mucho trabajo

Y se espera más: al final, pueden llegar a ser unos 20 millones de aficionados coreando y disfrutando del fútbol en las plazas y los espacios públicos.

En total, son quince fiestas de aficionados en las doce sedes, porque por motivos de seguridad algunas ciudades decidieron hacer dos en lugar de una muy grande.

Las fiestas para aficionados dan trabajo actualmente a 17.000 personas y en plazas y otros espacios abiertos se han colocado 34 pantallas gigantes, informó el Comité Organizador.

Cuando comenzó el Mundial, también empezaron a batirse récords. Cuando el 1 a 0 de Alemania sobre Polonia, en una sola avenida de Berlín se reunieron 500.000 personas. En el partido de Alemania contra Ecuador, fueron 700.000.

Y como en Berlín, también en Hamburgo, Dortmund, Colonia y otras ciudades, los organizadores de las fiestas para aficionados comenzaron pronto a buscar desesperados nuevas videopantallas y más espacio para repartir a la gente.

Agolpamiento y entusiasmo

Debido al agolpamiento y por razones de seguridad, varias veces se clausuró la entrada de aficionados a las transmisiones en grandes pantallas ya mucho antes de haber comenzado los partidos.

Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, manifestó repetivas veces su entusiasmo por las "fan fest", como un retorno del fútbol a la gente... y de la gente al fútbol.

Durante mucho tiempo, la FIFA temió que se descargara la ira de mucha gente por no haber conseguido entradas. "Esto es mejor que el estadio", dicen ahora muchos hinchas.